
Guillaume Faury, el nuevo consejero delegado de Airbus, tuvo ayer por la noche su primer encuentro oficial con la prensa de medio mundo en Toulouse, donde se encuentra el cuartel general de la compañía. Faury, que pasó por la división de helicópteros, contestó a decenas de preguntas, incluyendo alguna personal, y aprovechó para sentar las bases de su mandato y asegurar que va a pilotar transformación del fabricante.
"En 2019 celebramos el 50 aniversario de nuestro primer programa aeronáutico y estamos preparados para abrir un nuevo capítulo como compañía basado en la transformación tecnológica y el respeto al medio ambiente", aseguró Faury durante la cena con periodistas celebrada en el marco de la jornada de innovación de la firma. Un futuro que mira a los motores híbridos y en el que está incluido Reino Unido independientemente del resultado del Brexit.
Y es que, a diferencia de su antecesor en cargo, Tom Enders, que amenazó con dejar el país en plena pugna con la UE por el futuro de las fronteras, el ejecutivo de origen francés quiere mantener viva la pata británica de Airbus. "Queremos permanecer en Reino Unido. Tiene una industria importante, trabajadores altamente cualificados y gran investigación. Airbus es parte de Reino Unido y Reino es parte de Airbus. Queremos estar pase lo que pase con el Brexit", sentenció Faury.
"Airbus es parte de Reino Unido y Reino es parte de Airbus. Queremos estar pase lo que pase con el Brexit"
En este punto hay que recordar que el gigante aeronáutico europeo fabrica las alas de todos los aviones comerciales y de la mayor parte de los militares, incluido el A400M, en Reino Unido y trasladar las plantas, que emplean a 14.000 personas, al Continente sería muy complicado, además de muy caro puesto que se tendrían que construir nuevas infraestructuras mientras se mantienen abiertas las británicas y poco a poco ir trasladando la producción y el personal. Faury maneja dos escenarios respecto al Brexit que incluye uno a corto plazo "disrruptivo si no hay acuerdo" y otro a largo plazo donde finalmente habrá algún tipo de acuerdo comercial. De momento, la salida de Reino Unido de la UE se ha retrasado a octubre y la primera ministra, Theresa May, ha planteado un acuerdo que incluye una unión aduanera. Se tendría que someter a referéndum.
El Brexit no es el único reto que Airbus afronta a nivel internacional. La guerra comercial desatada por el presidente de EEUU, Donald Trump, las tasas al combustible y las consecuencias de la crisis del 737 MAX de Boeing preocupan especialmente a la compañía. "La guerra comercial no ayuda a nada, no ganará nadie. La aeronáutica es una industria global y Airbus es una compañía global que conecta a la gente y se beneficia de la globalización. Queremos seguir evolucionando y trabajando para conectar el mundo y para ello es muy importante que vivamos en un mundo global. Competir es bueno para impulsar la inversión y beneficiar a los clientes", explicó el directivo.
"Es más importante que el dinero se gaste en combustibles como el biofuel o en tecnologías más eficientes en vez de en pagar impuestos".
En esta línea, que aboga por un mercado más liberalizado, Faury aseguró que imponerle tasas a las emisiones de C02 del sector aéreo, tal y como proponen algunos países de la UE, no es positivo ya que no ayudaría a a la transformación. "Es más importante que el dinero se gaste en combustibles como el biofuel o en tecnologías más eficientes en vez de en pagar impuestos", aseguró.
En este punto, Faury adelantó que están trabajando en una nueva generación de aviones que volaran con tecnologías alternativas y que ya están listo para cumplir con las exigencias de redcción de las emisiones. "Los aviones más ecológicos tienen que estar listos para volar en 2030. Tenemos la tecnología para reducir las emisiones y cumplir con las exigencias. Vamos a impulsar la evolución e invertir en el futuro con una política intensa de renovación. Muchas cosas están cambiando", sentenció.
Aprender de los errores del MAX
En cuanto a la crisis de 747 MAX de Boeing, el nuevo directivo se mostró muy cauto y dejó claro que los problemas de seguridad afectan a toda la industria. "Me gusta que mi competencia tenga crisis o problemas menos cuando se refieren a seguridad", dijo antes de que se sirviera el segundo plato de la cena. En este punto, explicó que hay que utilizar estos accidentes para aprender y poner más aun el foco en la seguridad. "Los sabios aprenden de sus errores y los muy sabios de los errores de los demás", matizó.
"La FAA y la EASA siempre han trabajo alineadas y eso ha ayudado a la industria. Esta relación puede estar en peligro y es importante que las autoridades se muevan juntas"
El accidente de uno de los modelos más modernos y eficientes de Boeing tiene un efecto colateral en el sistema de homologación y autorización para volar de los aviones ya que los países han asegurado que querrán examinar por su cuenta las mejoras del avión antes de darle la licencia de vuelo. Antes se aceptaba lo que dijera la FAA. Y este cambio preocupa a la industria.
"Hay un gran nivel de exigencia cuando llevamos a los aviones para conseguir las certificaciones. La FAA y la EASA siempre han trabajo alineadas y eso ha ayudado a la industria a avanzar, a crecer y evolucionar en el mundo. Esta relación puede estar en peligro y es importante que las autoridades se muevan juntas", expuso Faury.
Contrato con la India
Dentro de España, que concentra el negocio militar de la compañía, la venta de los aviones sigue a la espera de la burocracia y las negociaciones. Airbus sigue pendiente de cerrar la venta de los 56 C-295 al gobierno Indio. Un contrato que el Josep Borrell fue a firmar sin éxito como ministro de Exteriores y que podría estar listo en 2020. "Las negociaciones con India están siendo muy largas. Siempre es difícil llegar a este tipo de acuerdos y más dentro del mundo militar. Seguimos avanzando y creemos que estamos muy cerca de firmar la venta. Si será en 2019 o en 2020 es algo que ahora no puedo decir", explicó Faury.
"Nosotros soñamos con que el A400M forme parte del ejército de EEUU. Ellos ya saben que es un buen avión"
En cuanto al A400M, el avión más importante y que más problemas ha dado a la división, su futuro pasa por venderse a otros países y EEUU, que ha pedido información sobre el mismo, es siempre un destino deseable. "Nosotros soñamos con que el A400M forme parte del ejército de EEUU. Ellos ya saben que es un buen avión y aunque todavía se tendrían que dar mucho hitos, nos gustaría que llegara el momento de que la armada norteamericana los comprara", apuntó.