
Ryanair ha dado un paso al lado para evitar que el conflicto laboral con los tripulantes de cabina (TCP) se extienda hasta mediados de agosto con la convocatoria de nuevas huelgas. Tras la tensa reunión del miércoles por la tarde en el Ministerio de Trabajo, en la que los representantes de la aerolínea y los sindicatos se cruzaron reproches y amenazas, la low cost ha abierto la puerta a ceder en una de las principales exigencias del colectivo: españolizar los contratos.
"Vamos a considerar hacer contratos locales a los tripulantes de cabina españoles. Si eso es lo que están buscando, definitivamente vamos a trabajar en mover sus contratos a España y respetar la legislación laboral española. Ryanair está abierta a que los contratos locales estén disponibles y, de hecho, ya lo estamos evaluando", aseguró Kenny Jacobs, director general de Marketing de Ryanair, en una conversación telefónica con este diario.
Pese a este cambio de postura, que también incluiría a los pilotos, el directivo ve todavía lejos que se llegue a un acuerdo con los sindicatos y ya da por hecho que la huelga del 25 y 26 de julio seguirá adelante. No en vano, la firma ya ha cancelado 400 vuelos en España afectando a unos 66.600 pasajeros y, aunque espera no tener que anular más por los servicios mínimos, no lo tiene seguro. Donde no ha cancelado vuelos es en Italia porque prevé que no va a haber paros.
"Lo que queremos es que nos sentemos a negociar, que sean muy claros con lo que quieren y a partir seguiremos trabajando. Necesitamos más reuniones", sentenció Jacobs. En este punto, el directivo de la firma irlandesa no ha dudado en criticar que los sindicatos Sitcpla y USO no están presentado "una propuesta clara y concreta de qué es lo que quieren" y que más que una huelga "parece una protesta". Asimismo, ha lamentado que haya sido imposible llegar a un acuerdo con los representantes sindicales en España mientras que ya se han firmado acuerdos en Reino Unido, Italia y Alemania, que parece que finalmente no se movilizará.
El plan de Jacobs de ofrecer la posibilidad de realizar contratos locales no parece que vaya a ser suficiente para sellar la paz con los tripulantes de cabina puesto que todavía chocan en un punto fundamental: el reconocimiento de los días de acción sindical y del derecho a elegir a los asesores que los representantes de los trabajadores consideren. Y es que, aunque el estatuto de los trabajadores obliga a las empresas a ceder tiempo a los representantes electos para que realicen labores sindicales, el directivo se niega, de primeras, a conceder "días libres" porque va en contra de su modelo de "eficiente" de negocio.
"No será algo que nos impida progresar en las negociaciones pero creemos que dar los días de acción sindical es ineficiente. El hecho de que alguien tenga un mes libre para dedicarse a las labores sindicales no es necesario y no funciona con nuestro modelo de eficiencia", explicó Jacobs a elEconomista. Además, abundó en que le parece "una broma" que la primera reclamación de los sindicatos sea su tiempo libre ya que, según denuncia, eso demuestra que "velan por sus propios intereses y no por los del colectivo".
La Justicia española ha reiterado que la legislación laboral aplicable a Ryanair es la española porque los empleados viven en España
La oferta de Jacobs de someterse a la legislación española coincide con una oleada de denuncias puestas por los trabajadores de la plantilla española contra la firma por incumplimiento de la legislación laboral española (tiene pendientes unos 40 procesos). Unos casos que no está nada claro que pueda ganar puesto que la Justicia española ya le ha condenado en alguna ocasión por incumplirla, como por ejemplo por no dar de alta a una trabajadora en la seguridad social y no reconocerle el derecho a baja por enfermedad.
En concreto, tanto el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, como el de Barcelona, como el Supremo en 2015, han determinado que la legislación laboral aplicable a Ryanair es la española puesto que, pese a que los TCP tienen contrato irlandés, viven en España, realiza su trabajo habitualmente (donde está la base a la que está adscrito) y porque tiene derecho a sujetarse a la norma que le sea más beneficiosa. El TSJ de Valencia tuvo un criterio distinto y en una sentencia fechada a 9 de enero de 2018 se declaró incompetente para juzgar una reclamación laboral de un TCP de Ryanair por considerar que correspondía a la justicia irlandesa conocer el caso.
Más allá de abrir la puerta a realizar contratos españoles a la plantilla, la aerolínea irlandesa ha querido también rebajar la tensión con los sindicatos asegurando que no van a denunciar la huelga ni tomar represalias contra los trabajadores que secunden los paros, tal y como había dejado caer el abogado español de Ryanair.
Servicios mínimos
A última hora del jueves trascendieron los servicios mínimos de la compañía durante la huelga, que no afectará a los vuelos domésticos hacia los aeropuertos no peninsulares; el 59% de los servicios de transporte hacia ciudades precariamente comunicadas, o el 35% para los destinos a los que se pueda acceder en menos de cinco horas por otro medio alternativo de transporte.
"Nosotros respetamos el derecho de huelga y no vamos a tomar ninguna acción legal contra los sindicatos por llevar a cabo estos paros. No castigaremos ni victimizaremos a los que quieran ir a la huelga", aseguró Jacobs.