
El fin de los peajes en la AP-2 y la AP-7 desde este miércoles beneficiará a más de 12.000 camiones diarios que transportan mercancías desde España hasta pasada la frontera francesa, según los cálculos de la Federación Nacional de Asociaciones de Transportistas de España Fenadismer, que estima el ahorro medio por vehículo en 1.900 euros anuales, con datos del Observatorio de Costes del Transporte de Mercancías por Carretera que publica periódicamente el Ministerio de Transporte.
En el caso del final de la concesión de la AP-7, "liberará" a los transportistas del peaje obligatorio al que estaban sometidos desde 2013, al prohibirse su circulación por la carretera nacional paralela, y que se puso en marcha ese año en todo el tramo de la provincia de Girona y desde el año 2018 en el resto del territorio catalán y parte de la provincia de Castellón.
Fenadismer señala que las concesionarias que han gestionado estas vías durante más de cinco décadas, del grupo Abertis, han amortizado "hasta 50 veces" vía peajes las inversiones realizadas para su construcción y mantenimiento, y recuerda al Gobierno que en julio de 2020 se comprometió por escrito con las asociaciones de transportistas a que cualquier decisión sobre el futuro modelo viario -que apunta a nuevas fórmulas de pago por uso para financiar el mantenimiento de las vías de alta capacidad- requerirá el consenso del sector del transporte.
España cuenta aún con 3.223 kilómetros de pago en 39 carreteras de su red viaria, y sólo 21 provincias españolas están libres de vías de peaje. Con todo, en los últimos años se han levantado barreras en vías principales tras el fin de concesiones, pasando a formar parte de la red pública estatal.
Es el caso de la AP-1 Burgos-Armiñón a finales de 2018, de 84 kilómetros, y en enero de 2020 la AP-7 entre Alicante y Tarragona, con un total de 474 kilómetros, y la AP-4 entre Sevilla y Cádiz, con un recorrido de 94 kilómetros. A ellas se unirán este miércoles el tramo de la AP-7 desde Tarragona hasta la frontera de la Junquera con Francia, y la AP-2 entre Zaragoza y el Vendrell (Tarragona), que suman en total 640 kilómetros más libres de peaje, celebra Fenadismer.
Nacionales más eficientes
La desaparición de los peajes de la AP-2 y la AP-7, así como de las vías rápidas catalanas C-32 y C-33, desde este 1 de septiembre, también alegra a los transportistas porque auguran un uso "más racional" de las carreteras nacionales.
Creen que mejorará la seguridad vial y la congestión al haber trasvase de tráfico de turismos hacia las autopistas gratuitas, favoreciendo la fluidez de las rutas de mercancías de corto y medio radio.