
Cataluña está en pleno debate por la subida de la tasa turística. Si el Govern aprobó y luego paralizó el incremento del tramo autonómico del gravamen en junio, ahora ERC presiona a Jaume Collboni para que duplique el tramo municipal entre ahora y 2029. Entre críticas del sector y falta de apoyos, el impuesto medio por pernoctar en la capital catalana está en 5,81 euros -varía según la tipología y categoría del hotel-, el undécimo más alto de toda Europa.
El tipo medio para dormir en la ciudad, que cobra tanto por alojarse en hoteles como en viviendas de uso turístico y cruceros, está compuesto por dos impuestos: el que cobra la Generalitat, que oscila entre los 3,5 euros de los establecimientos de cinco estrellas y 1 euro para campings, y el que recauda el Ayuntamiento, fijado en 4 euros. Así, dormir, por ejemplo, en el Hotel Mandarin implica una tasa de 7,5 euros por persona y noche y baja a medida que desciende la categoría del inmueble.
La cifra, según los datos de la plataforma Holidu, coloca a la capital catalana como la undécima de Europa que más grava a los turistas. El liderato lo tiene Ámsterdam, con un tributo medio de 18,45 euros por persona y noche que más que triplica el fijado por Barcelona. Tras la ciudad neerlandesa figuran las griegas Atenas, Rodas, Heraclión y Salónica, con 8,17 euros por persona y noche de media con el impuesto de resiliencia climática, para financiar el mantenimiento de las infraestructuras y el turismo sostenible. Berlín (7,38 euros) es sexta con su medida de aplicar un 7,5% sobre el precio del alojamiento. Detrás están los grandes destinos italianos, Milán (6,44 euros), Roma y Florencia (6,13 euros) y Bolonia (5,93 euros).
Por detrás, eso sí, está París, con 5,65 euros por persona y noche; una cifra que comparte con Niza y Marne-La-Vallée -la ciudad que acoge el parque de atracciones Disneyland París. El otro destino español en el listado de ciudades es Palma de Mallorca, en el puesto número 25 del Viejo Continente por la ecotasa que aplica desde el pasado 2016.

La subida de la tasa, sobre la mesa
Con estas cifras y después de haber cerrado el año 2024 con 19,93 millones de visitantes extranjeros, el incremento de la tasa turística -ya subió el año pasado- vuelve a estar sobre la mesa, tanto en el Parlament como en el Ayuntamiento.
A nivel autonómico se diseñaron ya los nuevos tramos, que elevaban el precio por persona y noche a un máximo de 7 euros para los hoteles de cinco estrellas al duplicarse todos los baremos frente a los registros actuales. La medida, impulsada por el Govern de la mano de los comuns despertó recelos en ERC y ha quedado suspendida hasta volver a ser debatida a la vuelta de verano para que todos los grupos puedan presentar sus enmiendas.
El pacto habilitaba también a los diferentes municipios catalanes a crear su propio tramo de impuesto turístico para añadirse a la tasa autonómica. Los recursos captados debían destinarse a políticas de vivienda en el territorio.
Al debate autonómico se sumó esta semana la petición de ERC al Ayuntamiento de Barcelona de duplicar los 4 euros por persona y noche hasta los 8 euros de hoy a 2029. La tasa municipal ya se subió el año pasado, pero la voluntad de los republicanos es que ascienda a 5 euros en 2026, 6 euros en 2027, 7 euros en 2028 y 8 euros en 2029.
Con las dos propuestas sobre la mesa -y a la espera de ver sus resultados definitivos- el precio por pernoctar podría oscilar entre los 10 y los 15 euros por persona y noche, de aprobarse los nuevos tipos en ambas instituciones.
El uso de las tasas turísticas va principalmente destinado a mitigar los efectos negativos que pueda tener el turismo. No obstante, entre las últimas partidas anunciadas por el Ayuntamiento de Barcelona sobresalen los 3 millones de euros que irán destinados a asistir a la Feria del Libro de Guadalajara.
La capital catalana recauda 70 millones al año en este concepto y la Generalitat percibe unos 90 millones.