
El turismo se ha convertido en una gran fuente de generación de empleo y renta para la economía de España. Tal es el boom de este sector, que la economía de España lleva años presentando un potente superávit exterior que se mantiene gracias a un superávit en la subalanza de turismo y viajes que supera el 4% del PIB (daría para cubrir todo el déficit público y más). Sin embargo, toda cara tiene su cruz. Los mayores ingresos de hosteleros, comerciantes u hoteles son el incordio y la 'pesadilla' de vecinos que han visto cómo sus barrios se convierten en una suerte de parque de atracciones para estadounidenses, ingleses o japoneses. Este hastío de parte de los ciudadanos de los lugares más turísticos ha generado llamativas protestas que han llegado a la prensa internacional. Estas protestas ya tienen respuesta: un guía de la CNN con destinos de España poco masificados, con gran belleza patrimonial, cultural y natural, donde "todavía no se han hartado de los turistas". Si el turismo extranjero ha conquistado media España, ahora le toca a la otra media.
Durante los dos últimos veranos se han podido ver en varias zonas de España protestas destacadas contra el turismo: desde turistas empapados con pistolas de agua en Barcelona hasta pancartas en las Baleares con lemas como "Vuestro paraíso es nuestra pesadilla", las tensiones por la saturación estival se han convertido en noticia habitual. Con todo, se espera que este sea otro año de récord, con los turistas estadounidenses preparándose para inundar los destinos españoles y europeos.
El turismo es un pilar clave de la economía española, aportando más del 12% del PIB (una cifra impresionante para una economía grande) y casi 3 millones de ocupados en el sector. Pero en destinos donde los cruceros descargan multitudes a diario y el alquiler turístico ha agravado la crisis de la vivienda, expulsando a los residentes de sus propios barrios, el aluvión anual de visitantes se ha convertido en un foco de conflicto. Una lucha entre los empresarios y comerciantes que se benefician de esta llegada masiva de estadounidenses, franceses, británico... y los vecinos hartos de convivir con el ruido, la masificación, la suciedad o la subida de precios de la vivienda.
Pese a todo, no parece que los turistas vayan a dejar de llegar. Más del 80% se concentra en las islas y en la costa mediterránea (y sobre todo en verano), según revela Manuel Butler, director de la Oficina Española de Turismo en Londres en declaraciones a la CNN. Localidades como Benidorm, Lloret de Mar o Torremolinos llevan décadas construidas en torno al turismo y cuentan con infraestructuras preparadas para recibir visitantes sin colapsar, explica Butler a la CNN.
Aun así, asegura que hay un esfuerzo firme desde España para ampliar horizontes. "España tiene la responsabilidad de liderar un cambio hacia un modelo turístico más sostenible, tanto ambiental como socialmente. Estamos animando a los viajeros a descubrir regiones menos conocidas, alargar sus estancias y viajar fuera de los meses punta de verano siempre que sea posible", señala.
Para quienes quieran formar parte de la solución y no del problema, existen numerosos destinos poco masificados donde se puede disfrutar de una experiencia más auténtica y, sobre todo, de una bienvenida cordial. Hay lugares donde los turistas extranjeros aún son bienvenidos. La CNN ha sacado una guía de zonas preciosas de España que no están masificadas ni hartas de turistas. La descripción de las regiones y destinos es la original que aparece en la guía publicada en el reportaje de este medio norteamericano.
La Rioja: vino y mucho más
Entre las regiones menos visitadas por los turistas extranjeros está La Rioja, en el norte de España: apenas 180.000 personas la visitaron en 2024, frente a los 15,5 millones que recibió Barcelona. Sorprende, dada su fama mundial por uno de los productos estrella del país como es el vino, asegura el texto del medio norteamericano.
"Pero no todo es vino: las ciudades medievales de Haro y Logroño, separadas por apenas 40 minutos en coche, conservan calles empedradas, iglesias antiguas y animados bares de tapas donde probar platos como las patatas a la riojana o las chuletillas al sarmiento. Además, al sur se encuentran los monasterios románicos de San Millán de Yuso y Suso, del siglo VI", señalan desde la CNN.
Amantes de la naturaleza encontrarán en la Sierra de la Demanda y los valles del Ebro parajes ideales para el senderismo y el cicloturismo, incluyendo tramos menos transitados del Camino de Santiago. Y a finales de junio, Haro celebra su Batalla del Vino, donde se lanzan 50.000 litros de tinto entre vecinos y turistas. "El visitante es bien recibido por una población orgullosa de compartir su gastronomía y su cultura", sostiene José del Moral, que alquila apartamentos turísticos en Haro.
Extremadura: tierra de historia
Pocos turistas se aventuran a conocer Extremadura, segura la guía, una región fronteriza con Portugal. Y, sin embargo, esta región cuenta con tres ciudades Patrimonio de la Humanidad: Cáceres, Mérida y Guadalupe, además del parque nacional de Monfragüe, ideal para la observación de aves, y del geoparque Villuercas-Ibores-Jara.. Pese a haber sido escenario de 'Juego de Tronos', Extremadura no figura aún en las rutas del turismo masivo. Mérida presume de algunas de las ruinas romanas mejor conservadas de Europa, y cada verano acoge representaciones clásicas en su teatro romano.
Otro pueblo menos conocido, pero con una belleza e historia inigualables es Valencia de Alcántara donde se celebra la Boda Regia, un festival medieval que conmemora el hecho histórico que tuvo lugar en Valencia de Alcántara: la boda entre la Infanta Isabel de Aragón y el rey D. Manuel I de Portugal, y que se celebra el primer fin de semana de agosto de cada año y que cada vez cuenta con la presencia de más turistas. Esa zona cuenta a su vez con rutas por medio de dehesas llenas de encinas, alcornoques y con la presencia constante de buitres leonados, negros y águilas imperiales, lo que hace las delicias de los ornitólogos europeos. Son muchas las casas rurales que viven del turismo ornitológico que viene de España y Europa.
El texto de la CNN también destaca, como no podía ser de otra forma, a Cáceres, con su ciudad amurallada medieval, ha emergido como destino gastronómico con el restaurante Atrio (tres estrellas Michelin) y una nueva generación de taperías centradas en el producto local, como la Torta del Casar. Además, la ciudad alberga cada mayo el festival WOMAD y el museo de arte contemporáneo Helga de Alvear, inaugurado en 2021. Guadalupe, por su parte, fue lugar de peregrinación de Colón tras su regreso del Nuevo Mundo. Su monasterio hace las delicias de todos los visitantes, mientras que las callejuelas que rodean la plaza del pueblo están plagadas de puntos mágicos que parecen llevar al visitante hacia un viaje al pasado.
Por otro lado, también está Trujillo, un pueblo medieval cuna de conquistadores que levantaron fastuosos palacios en torno a su plaza mayor. "Los extremeños tienden a subestimar el tesoro que tienen en paisajes, tradiciones y patrimonio", afirma Martin Kelsey, dueño de la casa rural El Recuerdo, que organiza rutas de ornitología por Monfragüe. "Para quienes buscan autenticidad y un ritmo pausado, Extremadura es el lugar ideal", en declaraciones a la CNN.
La costa verde del norte
Si sueñas con playas, pero huyes del bullicio mediterráneo, España ofrece una franja litoral prácticamente virgen: su norte atlántico. Desde Cantabria hasta Galicia, pasando por Asturias, se extienden acantilados jurásicos, calas escondidas y puertos pesqueros con grandes arenales bañados por el Cantábrico. "Viajar por la costa norte de España es uno de mis planes favoritos, sobre todo en verano, cuando las temperaturas son más frescas que en el resto del país", afirma Karen Rosenblum, de Spain Less Traveled, especializada en turismo sostenible, en declaraciones a la CNN.
La zona cuenta con una identidad cultural y culinaria muy marcada: percebes, quesos curados en cuevas de montaña, y sidra escanciada con arte. Galicia, por ejemplo, ha ampliado su red de Senderos Azules, alternativa más tranquila al Camino de Santiago, con nuevas rutas por A Coruña y Pontevedra. "Estos caminos permiten explorar uno de los tesoros naturales menos conocidos de España", destaca Jessica Harvey Taylor, portavoz de la Oficina Española de Turismo en Londres. "Estamos comprometidos con un turismo más sostenible y con hacer frente al reto del turismo excesivo", apunta en declaraciones a la CNN.
El Hierro: la isla menos visitada
"Aunque Mallorca, Ibiza o Tenerife encabezan los titulares sobre saturación turística, eso no significa que debas renunciar a las islas. El Hierro, la más occidental y salvaje de las Canarias, ha apostado por un modelo sostenible", señala la guía publicada por el medioo norteamericano.
"Queremos atraer turismo y mejorar la calidad de vida local sin perjudicar los recursos naturales ni a los residentes", afirma Davinia Suárez Armas, consejera de turismo de El Hierro. Sin vuelos directos desde fuera del archipiélago, solo los viajeros más decididos llegan a sus costas. En 2024, apenas 4.102 de sus 26.100 visitantes venían del extranjero. En contraste, Tenerife recibió 7,2 millones, el 87% de fuera de España. El Hierro es Reserva de la Biosfera de la UNESCO y uno de los destinos de buceo más valorados de Europa. Produce gran parte de su electricidad con renovables, alcanzando 36 días consecutivos de autoabastecimiento energético el año pasado.
La isla ofrece playas volcánicas, senderismo, parapente y una biodiversidad única. "Además de su belleza natural, la hospitalidad de los herreños, su cocina tradicional y la variedad de actividades son parte del atractivo", concluye Suárez Armas.
Teruel: la tierra olvidada
La última referencia de la guía es quizá el lugar a la provincia más desconocida de España para el 'ojo extranjero'... y quizá también nacional. Pese a contar con pueblos como Albarracín (una de las villas medievales mejor conservadas de España), Teruel parece la gran olvidada en todos los sentidos. Sin embargo, los periodistas de la CNN no se han olvidado de ella. "Sin conexión ferroviaria directa, hay que conducir desde Barcelona o Madrid hasta llegar a un paisaje de leyenda, salpicado de pueblos mudéjares, castillos en ruinas y arquitectura que mezcla lo islámico con lo cristiano", señala la guía.
Esa es una zona en la que se pueden buscar trufas, seguir rutas que atraviesan huellas de dinosaurios de hace 150 millones de años, o nadar en ríos y cascadas vírgenes. Alasdair Grant, uno de los pioneros del turismo rural en la zona, restauró una masía fortificada en Mas de la Serra, junto al parque natural de Els Ports. Estás lejos de las multitudes y el visitante extranjero es todavía bienvenido", explica. "El turismo es vital para la economía local, pero no resulta agobiante, ni genera el rechazo que se ve en otras zonas. Este lugar necesita visitantes... y puedes tenerlo todo para ti solo".