
Lisboa ha dado el primer paso para volver a privatizar su aerolínea estatal TAP. El Consejo de Ministros portugués aprobó este jueves un decreto-ley que abre el proceso con la venta de hasta el 49,9% del capital de la compañía aérea nacional, actualmente controlada en su totalidad por el Estado.
El primer ministro, Luís Montenegro, anunció la medida como cumplimiento de una promesa electoral y defendió que se trata del "chute inicial" para hacer de TAP una empresa "rentable, bien gestionada y al servicio del interés estratégico del país". La operación busca reforzar la sostenibilidad financiera de la compañía y preservar su papel estratégico en la conectividad aérea del país.
El modelo propuesto contempla la entrada de uno o más inversores privados con hasta el 44,9% del capital y la reserva de un 5% adicional para los trabajadores. El Ejecutivo buscará un comprador que garantice la continuidad del la principal base de la compañía en Lisboa y de sus rutas estratégicas, especialmente las conexiones con Brasil, América del Norte y los archipiélagos Azores y Madeira; y el compromiso con el desarrollo del sector aeronáutico nacional. En caso de que ningún candidato acepte estas condiciones, el Gobierno podría mantener el control total de la compañía, una opción respaldada por el Partido Socialista.
"La compañía debe ser rentable, bien gestionada y estar al servicio del interés estratégico de Portugal", afirmó el primer ministro, Luís Montenegro, al anunciar la medida. El Ejecutivo luso plantea una venta directa y condicionada a una oferta vinculante que respete estas exigencias. Aunque el decreto-ley aún debe ser promulgado por el presidente de la República, el Gobierno espera avanzar en los próximos meses con la publicación del pliego de condiciones. El objetivo es cerrar el acuerdo antes de finales de 2026.
La reprivatización llega tras varios intentos fallidos y en un contexto de creciente interés por parte de los tres grandes grupos aéreos europeos: IAG (matriz de Iberia y British Airways), Lufthansa y Air France-KLM. Los tres grandes grupos europeos han mostrado públicamente su disposición a pujar por la aerolínea portuguesa con distintas fórmulas y participaciones, aunque también se ha hecho público el interés de fondos de inversión como Certares y otros actores no europeos.
Los tres grandes grupos europeos, ojo avizor
La matriz de Iberia y Vueling, IAG, parte como uno de los favoritos por su experiencia en integrar aerolíneas nacionales manteniendo su identidad y operativa, aunque corre en su contra la histórica animadversión de que las empresas lusas acaben en manos españolas.
Tras el fracaso en su intento por adquirir Air Europa, el holding hispano-británico busca consolidar su liderazgo en el mercado transatlántico. La integración de TAP reforzaría su posición en América y permitiría crear un doble 'hub' en Lisboa y Madrid. Esta fórmula ya fue utilizada con éxito por IAG en 2015 para adquirir Aer Lingus, comprometiéndose entonces a preservar la red y los slots de la irlandesa.
Air France-KLM también ha mostrado una firme voluntad de entrar en el capital de TAP. El grupo franco-neerlandés ha comunicado su disposición a adquirir hasta un 49% de la aerolínea, opción que evitaría el veto del Parlamento portugués a una privatización total.
Además, cuenta con el respaldo político del presidente Emmanuel Macron, quien llegó a abogar por un "matrimonio innovador" entre ambas compañías. Benjamin Smith, consejero delegado del grupo, reconoció que la operación tendría sentido estratégico "si el precio y las condiciones son favorables".
Lufthansa, aunque más reservada públicamente, también se perfila como candidato. La compañía alemana, que levantará una fábrica para fabricación y mantenimiento de aeronaves al norte del país, ha reforzado su presencia en el sur de Europa con la compra del 41% de ITA Airways, una participación del 10% en Air Baltic y encabeza la puja por Air Europa. Su estrategia inicial contemplaba la adquisición de hasta un 19,9% de TAP para evitar los controles más estrictos de la Comisión Europea.