
Aunque la nueva pantalla de la guerra comercial entre EEUU y China tiene mucho de dialéctico, el poco tiempo en vigor de los aranceles por encima del 100% ya se está reflejando en el transporte marítimo. El temor al elevado castigo de los aranceles por parte de EEUU está provocando que se frenen muchos envíos desde el gigante asiático. Las navieras, estresadas en esta rápida gestión de la reducción de los pedidos, multiplican las conocidas como 'salidas en blanco' (blank sailing en inglés), en referencia a las cancelaciones de viajes programados. Otra imagen que se está presenciando es la de grandes buques de mercancías partiendo prácticamente vacíos hacia América.
Lo cierto es que llueve sobre mojado en el transporte marítimo y la agresiva política comercial de la Administración Trump -recules aparte- está empeorando un escenario ya bastante trastocado por los ataques al transporte marítimo en el Mar Rojo, donde EEUU está intensificando precisamente ahora las maniobras contra los rebeldes hutíes de Yemen, patrocinados por Irán.
La perspectiva de 'espectaculares' aranceles de EEUU contra China ha provocado una fuerte caída de los precios de los fletes marítimos en los cuatro primeros meses de 2025. El precio medio al contado de Asia a la costa oeste de EEUU, de 2.050 dólares por FEU (equivalente a dos TEU, siglas en inglés de la medida de 20 pies que da nombre a los contenedores estándar) en la semana del 18 de abril, bajó un 61% desde principios de año y un 74,8% desde su máximo más reciente en julio de 2024. Los fletes al contado entre Asia y la costa este de EEUU han caído un 53,7% desde el 1 de enero y un 69,4% desde el verano pasado, hasta 3.100 dólares por FEU.
"Una serie de cancelaciones de reservas por parte de importadores estadounidenses está llevando a los transportistas marítimos a dejar en blanco más viajes en la ruta transpacífica hacia el este. Algunos buques salen de China medio vacíos. La reducción de las importaciones procedentes de China con destino a EEUU está afectando a todo el sector del transporte marítimo", constata el experto en comercio de S&P Global William Cassidy en una publicación de la firma.
Lo peor aún puede estar por llegar. Bruce Chan, director de logística global y movilidad futura de Stifel, apunta que la política arancelaria ha creado una incertidumbre significativa con respecto a la demanda de los consumidores, y los minoristas han estado posicionando sus negocios de manera conservadora con el inventario, especialmente dado la "cicatriz" del reciente exceso de existencias después del colapso provocado inicialmente por el covid. "Esa incertidumbre está comenzando a manifestarse en salidas de buques portacontenedores en blanco en las principales rutas transpacíficas hacia el este, en nuestra opinión, abriendo la posibilidad de una disminución de dos dígitos en las importaciones en contenedores entrantes ya el próximo mes", avanza.
"No tenemos forma de saber hasta qué punto esta caída de los pedidos afectará a los calendarios de los buques", afirma Alan Murphy, director general de Sea-Intelligence. "No existen modelos para extrapolarlo. Lo que puedo decir es que la mayoría de los contenedores de los buques que prestan servicio en las rutas comerciales entre Asia y EEUU son chinos. No pasaremos a cero contenedores, pero veremos una disminución de los mismos y, como consecuencia, en el futuro, veremos anunciarse una gran cantidad de salidas en blanco", traslada en unas declaraciones a la CNBC.

Según un nuevo informe de UBS, las importaciones estadounidenses desde Asia podrían caer hasta un 30% interanual en las próximas semanas, un desplome que ya se deja notar en los precios de flete, la programación de salidas y los volúmenes que gestionan los principales puertos. "Varios indicadores sugieren que las importaciones de EEUU desde Asia podrían descender entre el 20 y el 30% en las próximas semanas", alertan Cristian Nedelcu, Jonathan Antor y Robin Xu, analistas del banco suizo. Su análisis se apoya en las cancelaciones de rutas (el blank sailing referido anteriormente) observadas entre el 21 de abril y mediados de mayo, que afectan a aproximadamente el 20-30?% de la capacidad total entre Asia y la costa oeste de EEUU.
Los testimonios y casos dentro del sector empiezan a proliferar. "La gente está cancelando y poniendo en pausa la carga procedente de China", señala a la publicación especializada The Journal of Commerce (JOC), de S&P, un trabajador de una línea de contenedores transpacífica que ha pedido no ser identificada. La compañía de transporte HLS Group ha registrado un total de 80 salidas en blanco o canceladas desde China. En una reciente nota a sus clientes, HLS Group señala que la guerra comercial entre China y EEUU ha provocado una caída en picado de la demanda, por lo que los transportistas han empezado a suspender o ajustar sus servicios transpacíficos.
En la misma línea, la importante alianza de transporte marítimo ONE ha "suspendido hasta nuevo aviso" una ruta que tenía previsto recuperar en mayo y que incluiría los puertos de Qingdao, Ningbo, Shanghái, Pusan, Vancouver y Tacoma. Mientras tanto, una ruta ya existente tiene previsto cancelar su escala en Wilmington (Carolina del Norte).
El impacto de la disminución del tráfico de contenedores de mercancías a Norteamérica será significativo para muchos eslabones de la economía y la cadena de suministro, incluidos los puertos y las empresas de logística que transportan las mercancías. Si cada barco transportaba entre 8.000 y 10.000 contenedores TEU, el tráfico de mercancías disminuiría entre 640.000 y 800.000 contenedores, lo que se traduciría en una reducción de las operaciones de grúa en los puertos, una disminución de las tasas que podrían cobrarse y un descenso de las recogidas y transportes de contenedores por camión, ferrocarril y a los almacenes.
Estanterías vacías y despidos
Los expertos de UBS señalan directamente al Puerto de Los Ángeles, una referencia del comercio transpacífico, donde se proyectan caídas sustanciales en las próximas semanas. Según estimaciones internas, los flujos de carga ya podrían caer un 10% en la semana del 28 de abril y hasta un 35% en la del 5 de mayo, lo que evidencia el impacto directo de los aranceles y la incertidumbre macroeconómica.
"Si el blank sailing continúa durante más tiempo y los volúmenes aumentan de forma repentina en temporada alta, podríamos ver presiones al alza sobre las tarifas, simplemente porque la demanda superaría a la oferta", advierten los analistas de UBS. El impacto final sobre las tarifas dependerá, según el banco suizo, de tres factores clave: "1) La duración del actual arancel del 145%, 2) los aranceles finales que se negocien -ya que creemos que tipos del 60% o más siguen siendo prohibitivos para muchos importadores estadounidenses–, y 3) el nivel de capacidad bloqueada o disponible cuando los volúmenes de carga comiencen a repuntar".
"Los datos diarios del tráfico de contenedores de China a EEUU se están desplomando. La consecuencia serán estanterías vacías en las tiendas estadounidenses dentro de unas semanas y una escasez similar a la de covid para los consumidores y para las empresas que utilizan productos chinos como bienes intermedios. Además, pronto empezaremos a ver una mayor inflación porque hay un número importante de categorías de productos en las que China es el principal proveedor de determinados bienes al mercado estadounidense", se muestra pesimista Torsten Slok, estratega de Apollo.
"En mayo, empezaremos a ver despidos significativos en los sectores del transporte por carretera, la logística y el comercio minorista, especialmente en pequeñas empresas como su juguetería independiente, su ferretería independiente y su tienda independiente de ropa masculina. Con nueve millones de personas trabajando en empleos relacionados con el transporte por carretera y 16 millones de personas trabajando en el sector minorista, los riesgos a la baja para la economía son significativos", agrega Slok.