
Desde su fundación en 2007 en Ginebra por Eymeric Segard, LunaJets se ha consolidado como la empresa líder en el mercado europeo de chárter de jets privados. Con presencia en ciudades clave como Londres, París, Dubái o Zúrich, en 2023 abrió su primera oficina en España, en Madrid, con el objetivo de elevar la calidad del servicio en vuelos privados y consolidar destinos estratégicos como Málaga, Mallorca e Ibiza. En su primer año en el mercado español, la compañía ha experimentado un crecimiento exponencial y prevé duplicar su equipo en 2025.
Al frente de la expansión de LunaJets en España se encuentra Carlos Matallana, director general de la compañía en el país. Con una sólida trayectoria en el sector aeronáutico, su carrera ha pasado por AENA, United Airlines y Gestair Aviation, hasta su llegada a LunaJets en 2023. Su reto es posicionar la aviación privada como una opción accesible y eficiente para un perfil de cliente cada vez más amplio, manteniendo la excelencia en el servicio que distingue a la compañía.
El sector de la aviación privada ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años. ¿Cuáles diría que son los principales factores detrás de este auge?
Lo que ha generado un aumento en la demanda son dos razones fundamentales. La primera fue el impacto del COVID. Durante la pandemia, las aerolíneas comerciales cancelaron vuelos y tardaron casi tres años en recuperar la operativa previa. Esto obligó a muchos pasajeros a optar por la aviación privada como única alternativa para viajar. Una vez que la probaron, descubrieron su conveniencia y comodidad, y aproximadamente un 80% de esos pasajeros siguió volando en privado tras la pandemia.
El segundo factor clave ha sido la democratización del sector. Antes, el vuelo privado estaba reservado exclusivamente para la clase ultra alta, pero ahora es accesible también para la clase media alta. Se ha convertido en una opción viable para viajes puntuales, sobre todo en trayectos dentro de España, donde con una hora de vuelo se puede cubrir prácticamente todo el territorio peninsular.
¿Cuánto cuesta de media un vuelo privado? ¿Hay opciones accesibles?
El precio varía según el tipo de aeronave y la distancia, pero para hacerse una idea, un avión de cuatro plazas tiene un coste de unos 3.000 euros por hora de vuelo, mientras que los modelos más grandes, con capacidad para 18 o 19 personas, pueden superar los 13.000 euros por hora.
Si pensamos en un vuelo de una hora desde Andalucía, con una ocupación completa y considerando los gastos adicionales, cada pasajero podría pagar en torno a 900 euros por un trayecto directo sin escalas ni esperas. Es un servicio que muchos consideran cuando valoran el tiempo y la comodidad como elementos esenciales.
En un contexto en el que la sostenibilidad es clave, ¿Cómo se adapta LunaJets a las nuevas exigencias del mercado?
LunaJets fue pionera en sostenibilidad antes incluso de que se hablara de ello en el sector. La empresa nació con un modelo basado en la optimización de vuelos, aprovechando las plazas en vacío de las aeronaves, es decir, los trayectos sin pasajeros que ocurren cuando un avión se desplaza para recoger a un cliente. Si un jet debe volar de Sevilla a Ibiza vacío para buscar a un pasajero, tratamos de ofrecer esa plaza a otro cliente. Con esto, reducimos vuelos innecesarios y, por tanto, emisiones de CO2.
A pesar de que la aviación privada representa solo el 0,04% de las emisiones globales de CO2, estamos comprometidos con reducir nuestro impacto. Utilizamos biocombustibles, eliminamos plásticos a bordo y optimizamos rutas para minimizar el consumo de combustible.
El perfil del cliente en la aviación privada, ¿ha cambiado en los últimos años?
Sí, completamente. Hace 20 o 30 años, la aviación privada era exclusiva para grandes fortunas que buscaban un símbolo de estatus y diferenciación. Hoy, la mayoría de nuestros clientes valoran la eficiencia del tiempo y la comodidad. Ya no se trata solo de lujo, sino de evitar escalas, esperas y maximizar el tiempo de trabajo o descanso.
También hemos visto un rejuvenecimiento en la clientela. Es habitual encontrar jóvenes empresarios, emprendedores de startups e incluso clientes de la tercera edad que evitan rutas comerciales por la incomodidad. En muchos casos, volar en privado no es una cuestión de lujo, sino de necesidad.
LunaJets ha apostado por Málaga como una de sus bases en España. ¿Qué peso tiene la Costa del Sol en la aviación privada?
Málaga es un destino clave. Si analizamos el tráfico anual en España, los aeropuertos con más vuelos privados son Madrid, Málaga, Ibiza y Mallorca. Sin embargo, a diferencia de las Baleares, que son destinos altamente estacionales, Málaga mantiene una demanda constante durante todo el año.
Es un destino preferente para clientes del Reino Unido, Alemania y España, principalmente para segunda residencia, golf y negocios. Además, en Málaga hemos detectado un alto número de pasajeros que vuelan para visitar a familiares o gestionar propiedades, lo que demuestra que no es solo un destino turístico, sino un segundo hogar para muchos europeos.
¿Cuáles son los planes de crecimiento de LunaJets en España?
Para 2025, nuestro objetivo es duplicar el número de empleados y triplicar la facturación en España. Vamos a reforzar nuestra presencia en Málaga con acuerdos con marcas locales y acciones de comunicación para consolidar la ciudad como un destino de aviación privada de referencia.
El gran reto del sector es atraer nuevos clientes. Queremos que más personas descubran que volar en privado no es inalcanzable, sino una opción real en ciertas circunstancias. A largo plazo, el desafío es seguir optimizando la sostenibilidad del sector y garantizar que la aviación privada siga siendo una opción eficiente, accesible y responsable.