Renfe ratifica sus planes para dar entrada a la naviera MSC —concretamente a su filial Medlog— como socio industrial en el negocio de mercancías. El consejo de administración del grupo ferroviario público aprobó este miércoles un Head of Terms, un acuerdo preliminar no vinculante que plantea firmar un contrato entre Renfe y la futura sociedad conjunta para que los empleados de la empresa pública se encarguen de traccionar y mantener los tráficos que cederá. Es la solución diseñada por la dirección de la compañía estatal para frenar los 360 millones de pérdidas que acumula su filial de Mercancías en la última década.
En ese documento, diseñado como un "acuerdo de transición", se confirman las intenciones iniciales anunciadas a finales del pasado año: la compañía a constituir estará participada en un 50% por el grupo Renfe y en otro 50% por Medlog, a la que ambas empresas aportarán buena parte de sus tráficos actuales. La gestión operativa de la compañía correrá a cargo de Medlog, que a su vez la dejará en manos de su filial ferroviaria Medway, que ya opera en España y Portugal.
Al mismo tiempo, Renfe firmará dos contratos de prestación de servicios con esta sociedad conjunta (que, a efectos prácticos, será su filial) para que el personal de la empresa pública de mercancías siga siendo quien mueva las locomotoras y tráficos a traspasar a la nueva compañía. En la misma línea, los empleados de Renfe Ingeniería y Mantenimiento se encargarán de conservar las máquinas que se cedan, tanto en las instalaciones de la antigua Integria o en alguna de sus participadas, como Erion.
Con esta fórmula, Renfe salva al menos inicialmente los recelos de los sindicatos, que el pasado año amagaron con una convocatoria de huelga en Navidad si se traspasaban tráficos, máquinas o personal de Renfe Mercancías a la nueva filial conjunta. El ministro Óscar Puente tuvo que mediar para frenar los paros y pactó garantizar el empleo y las cargas de trabajo en la empresa pública.
Los sindicatos, que no votaron a favor de la propuesta, resaltan que este acuerdo no incluye bajo qué condiciones ni fija durante cuánto tiempo se extenderá este contrato. Desde CCOO apuntan que "no aporta las garantías suficientes para dar cumplimiento al acuerdo de desconvocatoria de huelga", por lo que reclaman "mayores certezas" para cambiar el sentido del voto. También el sindicato de maquinistas SEMAF anunció su voto contrario "a cualquier posibilidad de externalización y pérdida de cargas de trabajo".
Por su parte, UGT se abstuvo al valorar de forma positiva la firma de sendos contratos de servicios, aunque vinculan su posicionamiento "a que la empresa aporte un desarrollo de las condiciones del acuerdo que ofrezca garantías de las condiciones laborales de todos los colectivos implicados, el mantenimiento de las cargas de trabajo" y hasta analizar todas las condiciones contractuales y laborales.
Con este primer esbozo, Renfe trata de avanzar en unas negociaciones que se están alargando más de lo previsto y que no se espera que finalicen hasta bien entrado el año 2025. Desde la compañía pública no han querido hacer comentarios al ser "negociaciones en curso".
Renfe Mercancías seguirá existiendo... bajo mínimos
Además, y según ha podido saber elEconomista.es, Renfe Mercancías cederá a la empresa conjunta sus tráficos siderúrgicos (aceros, tubos y mineral), tráficos intermodales (contenedores) y los llamados "multiproducto", que acogen cargas de distinta naturaleza. Con ello, también trasvasará buena parte de las máquinas que actualmente opera, mientras que otras, como las 6 unidades de la serie 256 pendientes de llegar, serán puestas en alquiler en el mercado a través del llamado 'Rosco', su filial de arrendamiento.
Y aunque pueda parecer lo contrario, Renfe Mercancías seguirá existiendo. De hecho, mantendrá un pequeño parque de locomotoras, vagones, plataformas y cisternas para operar tráficos considerados "estratégicos" a nivel nacional, como son los los trenes militares que realiza el Ejército de Tierra.
El impulso que ha recibido el fenómeno de la "movilidad militar" a nivel europeo ha sido un factor clave para garantizar la supervivencia de esta empresa. También seguirá encargándose del transporte de determinadas mercancías peligrosas, como son los trenes de butano; además de cargas de automoción con origen o destino a las distintas fábricas del territorio español.