
La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) avisó el pasado viernes de quela sanción interpuesta por el Ministerio de Consumo a cinco aerolíneas por prácticas como el cobro del equipaje de mano "no cambia nada" por el momento y que estas van a mantener sus políticas comerciales al solicitar medidas cautelares mientras que ejecuta el proceso judicial en los tribunales de lo contencioso-administrativo.
El presidente de la patronal, Javier Gándara, ofreció una rueda de prensa donde confirmó que todas las compañías implicadas —Ryanair, Vueling, easyJet, Volotea y Norwegian— pretenden presentar recurso ante esta sanción, que se eleva a 179 millones de euros sumando las penas de todas.
En este contexto, Gándara afirmó que las compañías solicitarán medidas cautelares a la Audiencia Nacional —organismo que lleva el proceso al tratarse de un Ministerio— para evitar adoptar cambios que luego, de darse el caso de que la sanción sea anulada, sean irreversibles y provoquen daños que "no se puedan reparar".
Esto es así porque "España sería una excepción" dentro de Europa, teniendo que aplicar cobros diferentes a los del resto de países europeos y perjudicando a unos 50 millones de pasajeros que viajan cada año sin equipaje de cabina y con "tarifas más baratas", según ALA.
El plazo para solicitar estas medidas cautelares es de dos meses y, una vez que se resuelvan, comenzara el procedimiento administrativo. Según los cálculos de Gándara, el proceso podría durar unos dos años.
De no aprobarse las medidas cautelares, las aerolíneas tendrían que abonar el importe de la sanción y dejar de realizar las prácticas analizadas, provocando una "distorsión competitiva muy importante".
Por qué cobran el equipaje de mano
Gándara, que también es director general de easyJet en España, se mostró confiado en que esta vía judicial les dé la razón, lo que repercutiría en beneficio para los consumidores y el sector turístico del país.
Asimismo, ha puesto en valor que el cobro por el equipaje de mano resulta beneficioso tanto para los pasajeros, que pueden viajar pagando menos, como para las aerolíneas, que pueden calcular con antelación cuantas maletas van a tener a bordo y evitar retrasos en sus operaciones, recordando también que en cualquier caso está permitido volar con un bulto que pueda ser colocado debajo del asiento.
La sanción de Consumo se ha impuesto calculando los beneficios que cara aerolínea ha obtenido con estas prácticas, que concentran el cobro por llevar equipaje de mano, no permitir el pago en efectivo, cobrar por las tarjetas de embarque físicas o no dar asientos contiguos a personas dependientes y sus acompañantes.
Según informó este viernes el Departamento que dirige Pablo Bustunduy, Ryanair ha sido multada con 107,7 millones de euros, mientras que Vueling ha recibido una sanción por valor de 39,2 millones de euros, siendo estas dos aerolíneas las que concentran la mayor parte del importe total de la multa. La sanción de easyJet alcanza los 29,09 millones de euros; la de Norwegian es de 1,6 millones y, por último, la de Volotea alcanza los 1,18 millones de euros.