Transportes y Turismo

La ciudad más infravalorada de España que nadie quiere visitar, pero que muchos comparan con Grecia

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No cabe duda de que destinos como Roma, Praga o Francia son de los destinos más populares para los turistas que deciden dirigirse a Europa. En España también tenemos una esencia muy particular que atrae en cualquier época del año a viajeros con ansias de conocer nuestra cultura. Sin embargo, siempre con la vista fija en los países vecinos nos maravillamos de las idílicas estampas que se muestran mientras ignoramos ciudades que tienen mucho que ofrecer.

Estamos hablando de una gran olvidada bajo la sombra de otras ciudades españolas como Barcelona, Sevilla o Madrid. No son muchos los que ponen toda su ilusión en visitar Cuenca, pero los que lo hacen han llegadoa comparar a esta ciudad del corazón de Castilla-La Mancha con algunas regiones de la misma Grecia.

La ciudad, reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, ofrece una fusión de historia, arquitectura y naturaleza en sus empinadas calles, rodeada de barrancos y colinas que recuerdan a las antiguas ciudades construidas sobre rocas.

El elemento que marca esta similitud con Grecia es sin duda su entorno natural. Cuenca está rodeada de los profundos barrancos de los ríos Júcar y Huécar, lo que crea un paisaje accidentado similar a las colinas de Meteora o las laderas de algunos pueblos griegos, como Delfos o Nafplio.

En su arquitectura tradicional también se pueden ver algunas semejanzas. Las Casas Colgadas construidas en el borde mismo de un acantilado, evocan la majestuosidad y la proeza arquitectónica de las construcciones griegas que desafiaban la gravedad en los acantilados del Egeo. Concretamente este recuerdo llega con la comparación de la ciudad con los monasterios de Meteora, templos ortodoxos que se alzan sobre rocas, desafiando la gravedad de la misma forma que las casas conquenses.

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La Catedral de Cuenca, que mezcla estilos gótico y románico, y sus plazas adoquinadas, recuerdan también la arquitectura medieval de las antiguas ciudades griegas, con templos y monumentos que combinaban estos estilos. Asimismo, el Puente de San Pablo, un impresionante viaducto de hierro y madera que cruza el río Huécar, tiene una estética que bien podría remitir a los antiguos puentes de la Grecia clásica, aunque con un toque moderno que permite apreciar la arquitectura de Cuenca desde otro ángulo.

Para los amantes del senderismo y la naturaleza, Cuenca ofrece rutas hacia la Ciudad Encantada, un parque natural repleto de formaciones rocosas esculpidas por el viento y el agua que parecen salidas de un paisaje griego de la antigüedad. Las figuras naturales que se pueden encontrar aquí recuerdan en gran medida a los escenarios de Meteora, con un paisaje muy similar.

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