Transportes y Turismo

El pequeño pueblo rodeado de bosques y en la frontera con Francia: un rincón mágico de los Pirineos que parece sacado de un cuento

Bausén /Foto: Wikimedia Commons

El otoño es el momento perfecto para hacer turismo rural antes de que el duro frío del invierno haga casi imposible disfrutar de un buen paseo por la sierra viendo el atardecer. Una de las recomendaciones para hacer una escapada ya es sin duda el mágico pueblo de Bausén, a orillas del río Garona, en la frontera con Francia. Este último rincón de la Península Ibérica se ha convertido en uno de los puntos favoritos para que los turistas exploren este terreno tan pintoresco.

En la comarca de Val d'Aran, en la provincia de Lleida, Cataluña, este pueblo es conocido por su belleza pintoresca, sus calles empedradas y sus casas de piedra que parecen sacadas de un cuento de hadas. Al visitar Bausén, uno no puede evitar sentir que ha sido transportado a un escenario de una película de Disney, similar a la mágica atmósfera de Arendelle en Frozen.

Las raíces del lugar se remontan a la época medieval. El pueblo ha mantenido su encanto y tradiciones a lo largo de los siglos, lo que lo convierte en un destino ideal para quienes buscan desconectar de la vida moderna. Su arquitectura refleja la influencia del estilo pirenaico, caracterizado por techos de pizarra y muros de piedra.

Además, su entorno natural es impresionante, rodeado de montañas y bosques densos que invitan a los amantes de la naturaleza a explorar. Hay múltiples rutas de senderismo que se pueden hacer en la zona, desde paseos suaves por el valle hasta desafiantes ascensos a cumbres cercanas.

Durante el invierno, las montañas cercanas ofrecen la oportunidad perfecta para practicar deportes como el esquí y el snowboard en las estaciones cercanas de Baqueira-Beret.

Dentro del pueblo las fachadas de las casas, con sus balcones de madera y flores de colores, son el fondo de una estampa idílica. Además, el patrón de San Juan Bautista, cuya iglesia se alza en el centro del pueblo, es un punto de interés histórico y arquitectónico. De origen románico, ha sido restaurada y se conserva como un símbolo de la cultura local. De hecho, es su campanario lo primero que se ve cuando llegas al pueblo.

Qué más ver cerca de Bausén

Los paisajes son igual de impresionantes que el interior del pueblo. Al norte, el Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici ofrece un entorno natural de extraordinaria belleza. Con lagos glaciares, ríos cristalinos y una variada fauna, es el lugar perfecto para aquellos que disfruten de la naturaleza. En verano, los campos se llenan de flores silvestres, mientras que en invierno, la nieve cubre el paisaje, creando un ambiente de ensueño que parece sacado de un cuento de hadas.

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