Evasión

Así es el tren europeo con vistas espectaculares y billetes por menos de 20 euros: un plan para antes del verano

El tren amarillo /Foto: Dreamstime

Los meses de primavera están apunto de llegar a su fin y pronto comenzará el esperado verano. No son pocos los que se preparan para hacer planes en esta época estival. Para aquellos que ya están pensando en una escapada, hay muchos rincones de nuestra geografía que bien merecen la pena por sus impresionantes paisajes que adquieren una atmósfera única. Al norte de España hay una de las rutas más bonitas para hacer en esta época del año. Se trata de una ruta ferroviaria en uno de los trenes más pintorescos y amarillos que está en la actualidad en funcionamiento.

Los viajes en tren son un ejemplo de romanticismo, sobre todo si el viaje se hace en una joya que pertenece a la historia. Para este plan no se requiere ni mucho tiempo ni un presupuesto muy grande. Lo que destaca de este viaje son cada uno de los pueblos franceses por los que pasa. El Tren Amarillo, también conocido como Le Petit Train Jaune, es una de estas joyas ferroviarias. Dependiendo del destino y las personas que realicen el viaje este no supera los 15 euros, por lo que se ajusta bastante a todos los bolsillos

Este histórico tren atraviesa la región de los Pirineos Orientales, en el sur del país, y su trayecto, además de ofrecer paisajes impresionantes, está cargado de historia, ingeniería y cultura local. Con más de un siglo en funcionamiento, su recorrido de 63 kilómetros conecta la localidad de Villefranche de Conflent con Latour de Carol, a través de un paisaje montañoso que cambia con cada estación del año, desde los verdes valles en primavera hasta las cumbres nevadas en invierno. De este trayecto se puede disfrutar durante todo el año.

El Tren Amarillo fue inaugurado a principios del siglo XX, en 1909, como una solución para conectar mejor las zonas aisladas de los Pirineos, ya que estas comunidades tienen un accidentado terreno montañoso. El proyecto de la línea fue un desafío técnico y económico, y sus obras, que comenzaron a finales del siglo XIX, tomaron varios años para completarse. A pesar de las complicaciones, la visión detrás del tren era ambiciosa: integrar las montañas del Pirineo Oriental con el resto de Francia, lo que también impulsaría el comercio y el turismo en la región.

El tren es conocido por su distintiva carrocería amarilla, que destaca en el paisaje montañoso, pero también por los lugares icónicos que cruza, entre ellos algunos de los puentes más impresionantes de la ingeniería ferroviaria francesa. Uno de los más famosos es el Puente Gisclard, considerado el puente colgante ferroviario más antiguo de Francia aún en funcionamiento. Este, inaugurado en 1908, es una obra maestra de la ingeniería, diseñada por Albert Gisclard, de quien toma su nombre. Construido con una estructura metálica, el puente tiene una longitud de 253 metros y está suspendido sobre el río Têt, a una altura de más de 80 metros. Es uno de los símbolos más reconocibles del Tren Amarillo.

El tren amarillo atravesando dos colinas. Tiene vagones abiertos y cerrados
iStock

El recorrido serpentea a través de un entorno natural combina la majestuosidad de los Pirineos con pequeños pueblos históricos y enclaves patrimoniales. Comienza en Villefranche de Conflent, un encantador pueblo medieval que es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Villefranche es conocido por sus murallas fortificadas diseñadas por el famoso ingeniero militar Vauban. Desde allí, el tren sube poco a poco, cruzando viaductos y túneles, mientras atraviesa un paisaje de montañas y bosques.

Uno de los momentos más destacados del viaje es el paso por el Viaducto de Séjourné, otra obra monumental. Este viaducto de piedra, con sus elegantes arcos, parece flotar sobre el valle y ofrece una vista inigualable de las montañas que rodean el trayecto. Este puente, junto al Gisclard, son hitos en el trayecto, y ambos simbolizan el reto que supuso construir una línea ferroviaria en una geografía tan difícil.

Está en funcionamiento durante todo el año, menos en periodos de inactividad por el mantenimiento de la línea y los equipos.

Durante el verano, debido al alto número de visitantes, es importante reservar el viaje con antelación. Una de las paradas más interesantes es en Mont-Louis, una ciudadela también diseñada por Vauban que se encuentra a gran altitud y que está catalogada como Patrimonio de la Humanidad. Este pequeño enclave es uno de los pueblos más altos de Francia y ofrece una perspectiva espectacular sobre la vida en los Pirineos.

El recorrido termina en Latour de Carol, un pequeño pueblo fronterizo con España, que también es un importante cruce ferroviario entre los dos países. Desde aquí, es posible conectar con trenes hacia Barcelona.

El interior del tren amarillo con asientos de cuero
iStock

Además, para una experiencia más inmersiva la página web oficial del Tren Amarillo ofrece una ruta específica para conocer y descubrir la gastronomía local con productos de la zona. Desde las mieles y mermeladas artesanas hasta la conocida como biquetería catalana

Las tarifas del tren amarillo

  • Villefranche de Conflent/Mont Louis: 1:15 h – 10,90 € por persona solo ida (tarifa normal)
  • Villefranche de Conflent/Font Romeu: 1:45 h – 13,30 € por persona
  • Villefranche-de-Conflent/Latour de Carol: 3:10 h- 22,50 € por persona
  • Latour de Carol Enveitg/Font Romeu: 1:15 h – 11,60 € por persona
  • Latour de Carol Enveitg/Mont Louis: 1:40 h – 13,90 € por persona

Si se opta por adquirir un billete de ida y vuelta los viajeros podrán hacer escala en un punto, pero siempre indicándolo al comprar los billetes (se puede consultar las modalidades en las estaciones de SNCF o TER Occitanie.

En este trayecto se acepta también elementos como cochecitos de niños o bicicletas, teniendo en cuenta que el número es limitado y se debe comunicar antes de hacer la reserva. Sin embargo, este no es un vehículo completamente adaptado y no hay ascensores específicos para acceder a los vagones altos.

Otro de los puntos por los que ha conseguido una gran popularidad es por su política pet friendly. Los perros son bienvenidos en el tren amarillo, pero por una tarifa suplementaria de 7 euros (solo ida). Los perros que pesen más de 6 kg deberán llevar siempre bozal y estar atados con correa. Además, desde la propia página web del tren advierten que este no es un viaje para los perros que puedan ser más "miedosos", ya que la travesía es muy ruidosa, sobre todo al atravesar túneles y los vagones abiertos están muy expuestos al calor.

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