
El mes de octubre es uno de los mejores para disfrutar de una escapada rural alejado de las aglomeraciones y amenizado con suaves temperaturas y paisajes espectaculares. Entre todos los destinos a los que viajar destacan los pueblos de Guadalajara, pero en esta ocasión no se va a hablar de aquellos pueblos negros caracterizados por sus techos de pizarra, sino de un auténtico medieval que cuenta con su propia carta de presentación: su imponente castillo.
Sigüenza es sinónimo de una escapada ideal para los amantes de la naturaleza que el National Geographic ha denominado como uno de los pueblos más bonitos de España por lugares como su castillo medieval, la Plazuela de la Cárcel, la Puerta del Hierro, el Arco del Portal Mayor o la Casa del Doncel.
Esta ciudad medieval tiene un encanto único, situada en la provincia de Guadalajara, a unos 130 kilómetros de Madrid. Este destino, con una historia rica y un patrimonio monumental destacado, invita a pasear por sus calles empedradas mientras se exploran sus fascinantes rincones.
La historia de Sigüenza
La ciudad se remonta a tiempos celtíberos y romanos, pero fue en la Edad Media cuando alcanzó su máximo esplendor, especialmente después de su reconquista en el siglo XII por el obispo Bernardo de Agén. Desde entonces, Sigüenza se consolidó como un centro religioso y político importante, bajo el dominio de los obispos, quienes dejaron una profunda huella en su arquitectura y cultura. Hoy en día, la ciudad conserva su espíritu medieval, con vestigios bien preservados que permiten retroceder en el tiempo.
¿Qué ver en Sigüenza?
El punto central de la ciudad es su imponente catedral, una estructura que combina estilos arquitectónicos desde el románico hasta el gótico y renacentista. En su interior, uno de los mayores tesoros es la Capilla del Doncel, donde se encuentra la escultura funeraria de Martín Vázquez de Arce, un caballero joven cuyo sepulcro es considerado una obra maestra del arte funerario.

Cerca de la catedral se encuentra el Castillo de Sigüenza, una majestuosa fortaleza que también fue la residencia de los obispos durante siglos. Hoy en día, este castillo ha sido restaurado y convertido en un Parador Nacional, lo que permite a los visitantes alojarse en un entorno de lujo mientras disfrutan de las vistas panorámicas de la ciudad.

Otro de sus atractivos es su Plaza Mayor, corazón de la vida urbana desde el siglo XV. Esta plaza, diseñada por el Cardenal Mendoza, está rodeada de edificios nobles que evocan la grandeza de la ciudad. Además, está llena de pequeñas iglesias románicas como la de San Vicente y la de Santiago, que aportan un aire de serenidad y son testimonios del importante legado religioso de la zona.
Pero no todo en Sigüenza es historia y arquitectura. El entorno natural que la rodea también ofrece muchas oportunidades para disfrutar de actividades al aire libre. El Parque Natural del Barranco del Río Dulce, famoso por las filmaciones de documentales de Félix Rodríguez de la Fuente, es un paraíso para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Los acantilados, la flora autóctona y las aves rapaces que habitan la zona hacen de este lugar un refugio de tranquilidad y belleza natural.
¿Cómo llegar a Sigüenza desde Madrid?
En coche, se puede tomar la A-2 en dirección a Zaragoza, un trayecto de aproximadamente 1 hora y 30 minutos.
Relacionados
- La mayor fortaleza califal de Europa se encuentra en un desconocido pueblo de Soria: se puede visitar y es ideal para ir en otoño
- El pueblo más bonito a una hora de Madrid: un "bosque encantado" y un monasterio del siglo XIII declarado Bien de Interés Cultural
- Ni El Hornillo ni Mombeltrán: este es uno de los pueblos más bonitos de Ávila por sus piscinas naturales y sus curiosas esculturas
- El pueblo negro para una escapada de fin de semana cerca de Madrid que tiene 91 habitantes y una iglesia medieval de piedra
- ¡Suscríbete a nuestro canal de Whatsapp para estar informado de las últimas noticias de elEconomista.es!