Transportes y Turismo

Un año negro para Boeing: su liquidez depende de la duración de la huelga y de una ampliación de capital

  • Boeing está negociando una inyección de 10.000 millones, según Bloomberg
  • Ha perdido un 41% en bolsa en lo que va de año y su deuda roza el bono basura
  • Se acumulan los problemas: fallos de seguridad, astronautas atrapados y la huelga
Trabajadores de Boeing en huelga. Foto: Bloomberg.

Está siendo un año negro para Boeing. Enero ya empezó mal para la compañía, cuando una de las puertas de uno de sus aviones se desacopló del vehículo poco después del despegue. El accidente sacó a la luz los problemas de seguridad del fabricante. Después, llegaron los fallos a la nave espacial Starliner, que han dejado atrapados a dos astronautas de la NASA en el espacio. La estocada final ha sido la huelga de trabajadores.

Este cúmulo de problemas se ha traducido en un desplome del 41,6% en bolsa en lo que va de curso, según su último cierre. Pero el deterioro de Boeing podría ir a más. La firma se juega su solvencia y una rebaja en su deuda que le llevaría a la zona de bono basura.

De hecho, la situación financiera de la compañía es tan complicada que podría necesitar una inyección de 10.000 millones de dólares para abordar los frentes que tiene abiertos. Especialmente, la amenaza que supone la huelga para sus cuentas. Según Bloomberg, la firma estadounidense está negociando una ampliación de capital por dicha cantidad, lo que supondría una merma de valor para los accionistas, aunque es una medida necesaria para reforzar su caja. Su capitalización ronda los 93.000 millones de dólares. Boeing no ha respondido inmediatamente a este medio sobre esta cuestión.

Un informe de Wells Fargo revisa la situación de la compañía en plena huelga. Según sus estimaciones, la factura de las reivindicaciones asciende a los 500 millones por semana. "Los sindicatos tienen la sartén por el mango (...). Sus declaraciones públicas apuntan a que se seguirán aferrando a su capacidad de negociación. Un aumento de capital podría dar a Boeing una mayor capacidad de negociación", detalla el informe.

La huelga lleva en marcha algo más de dos semanas. Trabajadores y sindicatos han rechazado las propuestas que ha hecho la compañía y, actualmente, las negociaciones están paralizadas. En su última oferta, Boeing había planteado un aumento salarial del 30%, una mejora del bonus y un alza de las aportaciones al plan de pensiones. Sin embargo, la representación laboral quiere lograr un 40% más de sueldo. De aprobarse, los costes en salarios incrementarían en 800 millones de dólares para 2028, según Wells Fargo.

El hecho de que las conversaciones estén encalladas es un problema para Boeing. Cuanto más tiempo corra, más dinero pierde. Eso está lastrando su liquidez y está mermando su calificación crediticia. Después de que los sindicatos rechazaran la primera propuesta de Boeing, Moody's puso la nota de la compañía (Baa3) en revisión para una rebaja. De confirmarse una calificación menor, su deuda entraría en la zona de bono basura. La agencia explica que hay mucha incertidumbre con la duración de la huelga, su impacto en el flujo de caja y las dificultades que supone para los planes de Boeing de incrementar su producción.

Todo ello se suma a los otros frentes que arrastra Boeing desde principios de año. Tras el accidente de Alaska Airlines, Boeing reforzó las medidas de seguridad. Eso supuso ralentizar la producción para revisar cada uno de los pasos del proceso de fabricación, según el plan de seguridad y calidad de la firma. De nuevo, esto supone peores perspectivas para su negocio y para sus cuentas. También ha habido cambios en su cúpula directiva.

Por si fuera poco, Boeing también está teniendo problemas en su división espacial. Hace diez años, la NASA cerró un acuerdo con esta firma y SpaceX, de Elon Musk, para que fueran estas empresas, y no las rusas, las que llevaran astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI). Aunque su competidora logró realizar el primer trayecto de este programa en 2020, Boeing no lo logró hasta hace unos meses.

Pero, una vez más, la firma se ha topado con contratiempos. En junio llegaron los astronautas a la EEI, pero, durante el trayecto, se detectaron problemas en la nave Starliner. Aunque los dos astronautas iban a estar solo unos días en la EEI, no pudieron realizar el viaje de vuelta ante los fallos de la nave. SpaceX ha tenido que mandar uno de sus vehículos al espacio para traer a tierra a los dos profesionales atrapados.

El consenso del mercado considera que la firma tiene un potencial del 35% para los próximos 12 meses tras su bajón del 41%, pero están llegando las revisiones más pesimistas. Wells Fargo ve sus títulos en los 110 dólares desde los 152 actuales. Es la valoración menos generosa. Sin embargo, el precio objetivo de sus títulos ha ido recortándose desde que empezó el curso y los analistas cada vez ven un menor valor, aunque también le conceden un margen de recuperación. En buena medida, su futuro depende de la duración de la huelga y de si la compañía amplía capital.

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