La nueva política comunitaria de desarrollar gigantes industriales europeos no se llevará a cabo en el sector ferroviario. O al menos, no en el corto plazo. El CEO de Alstom, Henri Popuart – Lafarge, negó cualquier posibilidad de retomar los planes de fusión con su homóloga alemana Siemens, una operación que se descartó hace una década y que ahora vuelve a la luz por la presión comercial y la entrada de grandes actores asiáticos en el Viejo Continente.
El consejero delegado del fabricante de trenes francés consideró "historia pasada" esta operación. "Necesitamos consolidar la industria actual. El proyecto de fusión con Siemens tuvo lugar hace siete u ocho años, pero entre medias llegó la fusión con Bombardier; e Hitachi lo ha hecho con Thales", declaró en una rueda de prensa durante la feria internacional de transporte Innotrans, celebrada esta semana en Berlín (Alemania).
"No tenemos ninguna intención de ejecutar fusiones en este momento, independientemente de lo que diga la Comisión Europea. El sector ferroviario europeo está muy consolidado", señaló, en referencia a nuevas operaciones corporativas tras la venta de su negocio de señalización en Reino Unido.
Competencia china
Popuart-Lafarge, que rechazó estar "obsesionado con la competencia china", sí reclamó "jugar en el mismo terreno de juego" que los actores industriales de la primera economía asiática, cuyos trenes ya corren por las vías de Europa del Este y aspiran a entrar en juego en el oeste. "Asumimos que hay especificidades en función de cada país, pero queremos que las condiciones sean similares", reiteró.
La apuesta de los países europeos por el tren ha saturado las fábricas de los fabricantes. El directivo reconoció que Alstom, pese a ser el mayor del continente, también sufre estos problemas: "El mercado se ha llenado en los últimos años, lo que ha creado tensiones en la cadena de suministro. Estamos trabajando en mejorarla y apoyarla para elevar sus capacidades, pero algunos de nuestros proveedores también trabajan para sectores como la defensa, algo que genera distorsiones", explicó en Innotrans.
La compañía gala ha reenfocado su estrategia en los últimos meses con lo que su máximo directivo ha catalogado "un giro de 180 grados" que se complementará con una triple apuesta por la innovación. Popuart-Lafarge declaró su ambición por ser pioneros en nuevos desarrollos con baterías e hidrógeno —ya no fabrican ningún tipo de vehículo movido con diésel—; elevar el nivel de digitalización de su actividad y seguir mejorando la experiencia de los pasajeros.
"Queremos seguir liderando el mercado y la tecnología, y estamos orgullosos de haber sido los primeros en desarrollar grandes avances. Seguiremos haciéndolo, apostando por la innovación, una buena ejecución y por poner al pasajero en el centro del viaje y del planeta", exclamó.