Ni Cretas ni Valderrobres: este es el pueblo medieval más bonito para visitar en otoño y donde mejor se come en Teruel, según 'National Geographic'

España cuenta con una larga lista de lugares ideales para visitar durante el otoño. Ya sea para una escapada o disfrutar de unos días libres, esta época es ideal para huir de las aglomeraciones y el sofocante calor del verano. La provincia de Teruel destaca por su infinidad de pueblos y su belleza natural, pero también por una gastronomía de calidad que tiene una especial devoción por el ternasco, las migas o la caldereta de pastor.

Albarracín es uno de los pueblos más sonados de Teruel que triunfa tanto a nivel nacional como internacional. En numerosas ocasiones las revistas de viajes, como el Natural Geographic, han destacado el lugar por su rico patrimonio cultural, su entorno natural y su gastronomía.

Es conocido por su impresionante casco antiguo, que está protegido como Bien de Interés Cultural y declarado Monumento histórico-artístico. Sus callejuelas estrechas y empedradas te llevan a una época medieval, con edificios de un característico tono rosa y una serie de construcciones bien conservadas.

El pueblo está rodeado por una antigua muralla que ofrece vistas espectaculares del paisaje circundante. Pasear por sus murallas es una experiencia única para apreciar la fortaleza histórica del lugar. Así como lugares que destacan como su hermosa plaza Mayor, que alberga el Ayuntamiento; la catedral del Salvador; el Museo Diocesano, las iglesias de Santiago y Santa María, y, por supuesto, un entorno natural, que nos permite dar agradables paseos junto al río Guadalaviar.

Otros lugares imprescindibles durante la estancia serían el Palacio Episcopal y la Casa de la Julianeta, que destacan por su belleza y relevancia histórica, siendo esta última la más importante de la localidad.

La gastronomía de Albarracín

Los restaurantes de Albarracín han sido señalados por portales de viaje, como el National Geographic o guías como Michelin y Repsol, uno de los lugares que destaca entre toda la comida turolense. Su devoción por el ternasco, y su gran variedad de preparaciones, lo ha convertido en símbolo de gastronómico local. Otra de las opciones que ofrece Albarracín son lugares en los que se puede vivir la tradición fusionada con la modernidad en una cocina sencilla, pero original.

Cómo llegar a Albarracín

Desde Teruel, el trayecto a Albarracín en coche transcurre por una ruta bastante pintoresca. Al salir de Zaragoza toma la dirección sur hacia Teruel y coge la carretera la A-1512. El trayecto dura unos 37 minutos.

Si se quiere llegar desde Zaragoza el viaje será más largo, aproximadamente dura dos horas por la A-23. Siguiendo esta autovía te llevará hacia el sur hasta llegar a una salida que conecta con la A-1512 para llegar a Albarracín.