El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente ha reconocido en su comparecencia en el Senado que España ha atravesado "un verano complicado" por los problemas en los trenes de Alta Velocidad y Media Distancia y en las instalaciones ferroviarias como la estación de Chamartín que han provocado retrasos y cancelaciones de numerosos viajes.
"Estamos atravesando un verano muy complicado desde el punto de vista de la operativa ferroviaria", ha reconocido Puente en su comparecencia en el Senado (en la sala Clara Campoamor, en el marco de la Comisión de Transportes y Movilidad Sostenible), solicitada por el Partido Popular, que posee la mayoría en la Cámara Alta.
Puente, que ha pedido disculpas a los usuarios por las molestias causadas, ha prometido "trabajar para prestar el mejor servicio ferroviario" y el compromiso de su ministerio para "subsanar lo antes posible todos los problemas que hayan podido surgir y mejorar en aquello que nos compete".
Fiel a su estilo mordaz, Puente ha rechazado las "partidistas" e "irresponsables" críticas de la oposición, que también ha calificado de desmesuradas, asegurando que solo ha faltado que dijesen que "con Franco los trenes iban mejor".
El problema de Chamartín
En Chamartín, donde más incidencias se detectan, ha asegurado que el número de viajeros se ha multiplicado por cinco en los últimos cinco años y este año se superará lo que estaba previsto alcanzar en 2040, más de 12 millones de viajeros.
"Con estas condiciones, no ya cuando se produce un incidente grave, simplemente cuando se retrasan 10 minutos tres trenes, la estación no da cabida a tantos pasajeros, por eso se está ampliando. Hay trenes que llevan hasta 1.000 personas o más a bordo. Estamos prestando el mejor servicio posible en las peores circunstancias posibles, en las más difíciles, mientras algunos utilizan imágenes que no se corresponden con la realidad", ha añadido.
El tren vive "el mejor momento de su historia"
Con todo, Puente ha centrado el inicio de su intervención en argumentar que el tren "vive en España el mejor momento de su historia", con récord tras récord de viajeros que han cambiado sus hábitos de movilidad para utilizar cada vez más el tren en sus desplazamientos.
"Nunca ha habido un mejor servicio ferroviario que el que se presta en España en este momento. He escuchado en tertulias hablar de la España del 92 como la referencia en materia ferroviaria. En ese momento solo se movían seis trenes al día por sentido, 4.164 plazas. Hoy, cada día, se mueven en España 532 trenes con 115.000 personas. Por supuesto, los seis trenes que se movían entre Madrid y Sevilla 1992 llegaban a su hora, no tenía gran mérito. Ahora llegan en hora el 76% de esos 532 trenes", ha explicado.
Desde 2007, la duración del viaje entre Madrid y Valladolid ha pasado de 2h25m a 55m y de Madrid a Málaga, de 5h2m a 2h45m. Desde 2010, en el Madrid-Valencia, de 3h30m a 1h54m, y Madrid-Alicante, de 4h5m a 2h25m. Desde 2015, el Madrid-León, de 3h52m a 2h10m. En 2019, el Madrid-Granada, de 5h55m a 3h23m; en 2022 el Madrid-Badajoz, de 5h43m a 4h23m cinco; Madrid-Burgos, de 3h26m a 1h38m; Madrid-Murcia, de 4h16m a 2h45m; o Madrid-Coruña, de 5h40m a 3h30m, ha detallado, entre otras rutas, poniendo en valor también el incremento de las frecuencias.
Asimismo, ha destacado que el avión ha pasado de representar el 85% de la cuota entre Madrid-Barcelona a solo el 15% actual o que este puente de agosto han viajado un 12% más de personas que hace un año, con trenes ocupados de media al 97%. También ha comparado este 23 de agosto con el mismo día de 2019, subiendo un 67% el tráfico y un 36% la ocupación.
Los cambios en el compromiso de puntualidad
A preguntas de los senadores, Puente ha defendido el cambio en el compromiso de puntualidad de Renfe, que ahora ya no devuelve el dinero por retrasos de 15 o 30 minutos, como en los últimos 30 años, sino solo a partir de una hora de demora.
"Ningún país de Europa tiene un compromiso de puntualidad como el que tenía Renfe ni tampoco el que tiene actualmente. Estamos en un escenario de mucha obra de infraestructura con un sistema muy tensionado y mantener el compromiso del año 92 era un suicidio económico para la compañía", ha señalado.