De la Ciudad Encantada a la Serranía: seis lugares para visitar a menos de una hora de Cuenca

Cuenca es uno de los destinos de interior que más puede llegar a atraer a los amantes de la naturaleza. Un lugar que merece la pena visitar tanto en verano como en invierno, por el contraste que ofrecen sus paisajes dependiendo de la época del año. La carta de presentación son sin duda sus características casas colgantes, una auténtica maravilla arquitectónica que se mezcla a la perfección con la naturaleza de esta provincia.

Se considera por muchos como el lugar de Castilla la Mancha en la que la naturaleza ha sido más generosa. Si no te quieres perder todos sus secretos aquí tienes una lista de los seis sitios a menos de una hora de Cuenca que tienes que visitar.

Ciudad Encantada

Uno de los parajes naturales más fascinantes y conocidos en la provincia de Cuenca. Famosa por sus formaciones rocosas únicas que parecen haber sido esculpidas por la mano del hombre. En realidad son el resultado de la erosión kárstica, que ha moldeado las rocas a lo largo de miles de años. Algunas de las más reconocibles son "el rostro del guerrero", "la casa del moro" o "la tortuga".

Existen miradores que ofrecen vistas panorámicas de este impresionante paisaje que alberga una gran variedad de flora y fauna, incluyendo especies típicas del ecosistema mediterráneo y montañoso. El rincón perfecto para que los observadores de aves y los amantes de la naturaleza pueden disfrutar de la biodiversidad local.

Distancia desde Cuenca: Aproximadamente 30 minutos.

Minglanilla

Minglanilla es un destino perfecto para quienes buscan una experiencia auténtica y relajante en el corazón de Castilla-La Mancha. Con su rica herencia cultural, su entorno natural y su hospitalidad local, ofrece una visión única de calles empedradas y casas de estilo tradicional.

Además. cuenta con una buena cantidad de eventos, ya que el ayuntamiento organiza durante todo el año diversas ferias y mercados en los que descubrir productos artesanales y locales.

Distancia desde Cuenca: Aproximadamente 30 minutos.

Valdecabras

Una pintoresca aldea situada en pleno Parque Natural de la Serranía de Cuenca. Este pueblo destaca por sus calles empedradas y su pintoresco encanto que dibujan un entorno de cuento rodeado por bosques frondosos e impresionantes montañas.

Hay varias rutas de senderismo en los alrededores de Valdecabras que permiten explorar el paisaje montañoso y disfrutar de la naturaleza. Estas son aptas para diferentes niveles de dificultad y ofrecen vistas panorámicas para ver todo el lugar.

Distancia desde Cuenca: Aproximadamente 25 minutos.

Parque Natural de la Serranía de Cuenca

Una zona protegida por su característica geografía, rica biodiversidad y hermosos paisajes. El parque es un destino destacado para los amantes de la naturaleza, el senderismo y la aventura al aire libre. No son pocas las rutas que se pueden hacer pasando por los pueblos cercanos. Además, este lugar es perfecto para todos los que buscan un sitio para practicar escalada o barranquismo, ya que sus formaciones rocosas son perfectas para estas actividades. Sin embargo, se debe tener cuidado por el nivel experimentado que requiere.

Distancia desde Cuenca: Aproximadamente 40 minutos.

Uña

Un encantador pueblo con un impresionante entorno natural. Destaca el Embalse de Uña y la posibilidad de hacer senderismo en los alrededores. También es conocido por su paisaje, su arquitectura tradicional y su rico legado histórico. El área ha estado habitada desde tiempos prehistóricos, como lo demuestra la presencia de yacimientos arqueológicos en la región.

Distancia desde Cuenca: Aproximadamente 35 minutos.

Villaescusa de Haro

Un pequeño pueblo con un entorno rural y sitios de interés como la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Ofrece un buen escape a la tranquilidad de la campiña. El municipio conserva ejemplos de la arquitectura tradicional de la región, con casas de piedra y calles empedradas que añaden al encanto del lugar.

Uno de los mejores ejemplos es su Castillo de Villaescusa de Haro, actualmente abandonado y en ruinas. Fue construido durante la Edad Media en tiempos en los que la región estaba salpicada por estas edificaciones. Esta fortaleza jugó un papel importante en la defensa de la región porque su ubicación permitía controlar el acceso a la zona y proteger los caminos y las rutas comerciales.

A día de hoy, el castillo se encuentra en ruinas. Aunque no queda mucho de su estructura original, las ruinas aún ofrecen una vista evocadora de su antiguo esplendor. De hecho, aún se puede visitar, aunque su entrada es limitada debido a su delicado estado.

Distancia desde Cuenca: Aproximadamente 25 minutos.