
Un mes y seis días ha durado la alianza firmada entre la aerolínea española Volotea y el conglomerado suramericano Grupo Abra con la que trataron de convencer a Bruselas de que eran las compañías apropiadas para asumir las rutas que debía ceder IAG para lograr el visto bueno a la absorción de Air Europa.
Fuentes de Volotea confirman a elEconomista.es que la empresa conjunta (joint venture) anunciada por ambas empresas el pasado 25 de mayo dependía de si las compañías podían actuar como remedy takers en la integración de Air Europa en IAG, por lo que al no darse las circunstancias esperadas, su construcción queda descartada. "Tanto Abra como Volotea seguirán explorando oportunidades comerciales a futuro", explican.
Adrián Neuhauser, CEO de Grupo Abra, aseguró el día de la firma de la alianza que esta se mantendría en caso de que la Comisión Europea rechace la compra de Air Europa por IAG, "aunque a una escala muy menor". Entonces aseguraron que los planes eran "lanzar esto muy fuerte, y con los años veremos", pero ya entonces desgranaban que no tendría implicaciones financieras ni de titularidad para ninguna de las dos partes.
Desde Volotea lamentan que la operación no haya salido adelante, "ya que suponía una oportunidad única para el sector y para nuestro país". La compañía dirigida por Carlos Muñoz considera que ha hecho "todo lo que estaba en nuestras manos para que el resultado fuera positivo".
La aerolínea con sede en Asturias vuelve a estrellarse contra la pared de la Comisión Europea como hace cuatro años, cuando participó en el primer intento de compra de Air Europa por parte de Iberia bajo su condición de "remedy taker", el nombre que se da en el argot a las compañías interesadas en asumir las rutas que se cedan.
Descartada la operación para crear un gigante aéreo español, desde Volotea explican que "seguiremos nuestra estrategia de desarrollo en el mercado, aunque el ritmo será diferente", ya que el crecimiento será orgánico, a medida que adquieran nuevos aviones y abran nuevas rutas. "Seguiremos aumentando asientos y destinos cada año", señalan.
En qué consistía la alianza
La asociación comercial entre Volotea y Grupo Abra pretendía operar las rutas entre Europa y América que todavía opera y seguirá operando Air Europa. Los planes de la alianza contemplaban empezar a funcionar a principios de 2025 con una flota de 20 aviones de corto radio y entre 8 y 10 de largo radio que tendrán Madrid como base. Volarían a Estados Unidos, el Caribe y múltiples destinos de América del Sur.
Volotea también desveló que, en caso de que la operación prosperase, instalaría una base en Barajas para convertir este aeródromo en su mayor 'hub' en España y garantizar las conexiones con Latinoamérica. Pretendía mover entre 5 y 7 millones cada año. Para Grupo Abra, Madrid también iba a ser su mayor base lejos de Colombia y Brasil, sus territorios de origen.
La joint venture contemplaba arrancar sus operaciones a principios de 2025, para estar plenamente operativa en el inicio de la temporada de verano, en abril. Aprovechando las ventajas de la compra de la firma de leasing de aeronaves Wamos Air, pretendía conectar Madrid con Buenos Aires (Argentina), Montevideo (Uruguay), Lima (Perú), Quito o Guayaquil (Ecuador), Caracas (Venezuela), Panamá, República Dominicana, Miami y Nueva York (EE.UU). Con el 'no' de Bruselas y la retirada de IAG, todo queda en papel mojado.