
El Gobierno de Polonia abre la puerta a adquirir Talgo. Piotr Malepszak, viceministro de infraestructuras del país ha reconocido su interés por pujar por el fabricante de trenes español. Esta compañía recibió el interés del consorcio húngaro Ganz-MaVag (Magyar Vagon), que lanzó una opa por el 100% de la compañía a cambio de 619 millones que no gustó al Gobierno de España, que la mantiene paralizada a la espera de su aprobación o denegación. El rechazo de Moncloa por los vínculos de la compañía con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, provocó que Moncloa haya tratado de formar una alternativa, para lo que ha recurrido al grupo checo Skoda Transportation, que si bien ha reconocido su interés, no ha detallado su propuesta.
"El asunto está en nuestro radar", reconoció este miércoles el político en la comisión de infraestructuras del Senado polaco, según recogieron varios medios del país. También reconoció estar aseguró estar "muy comprometido con el tema", sin dar más detalles. El Estado polaco mantiene un importante peso en el capital de muchas industrias, por lo que no es descartable su participación directa en la operación.
Polonia, al igual que su vecina República Checa, tiene en marcha un importante plan para optimizar su red ferroviaria y tiene en marcha la construcción de varias líneas de alta velocidad. Para su operación necesitará de trenes capaces de alcanzar los 300 kilómetros por hora, una capacidad al alcance de pocas industrias y que sí dispone Talgo. Distintos expertos consultados por medios de comunicación polacos resaltan que el país necesita competencias para producir este tipo de vehículos ferroviarios, tanto para satisfacer sus necesidades internas como para abrirse a otros mercados de Europa Central y del Este.
Talgo culpa al Gobierno de bloquear su futuro
El consejo de administración de Talgo remitió una carta al Gobierno de España a principios de esta semana para denunciar que el retraso de la aprobación por parte del Gobierno de la opa del grupo húngaro Magyar Vagon, así como los rumores sobre su posible veto, están causando un serio perjuicio a la sociedad. Así lo indica en una misiva remitida al Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, encargado de estudiar y aprobar o vetar la opa, según ha avanzado el diario El Confidencial.
Los máximos accionistas de Talgo (el fondo Trilantic, la familia Abelló y la familia Oriol, fundadora de Talgo), articulados bajo la sociedad Pegaso Transportation, han comunicado al Gobierno su intención de vender su participación y aprovechar la oferta húngara por cumplir todas las condiciones que pedían. Pero, según expresan, el bloqueo gubernamental y los rumores de su veto han causado problemas en el aseguramiento de la financiación necesaria para los proyectos y contratos existentes, la negociación con proveedores y suministradores y problemas para reclutar profesionales.
Minoritarios denunciarán a Moncloa si tumba la opa húngara
La Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec) ha advertido de que iniciará acciones judiciales contra el Gobierno por dificultar su derecho a decidir en caso de vetar la opa lanzada por el grupo húngaro Margar Vagon para adquirir Talgo a un precio de 5 euros por acción. Los minoritarios se suman así a la opinión de los principales accionistas del fabricante de trenes, calificando como "beneficiosa" la operación, tanto en términos de contraprestación para los accionistas como en posible solución industrial para Talgo.
Aemec se reunirá con sus homólogas europeas para plantear ante las instancias europeas una impugnación de la ley anticipas, que es la que le permite al Gobierno vetar la OPA. La asociación cree que durante el Covid-19 pudo tener una justificación, pero que en el momento presente puede constituir "una vulneración de los principios fundamentales de la Unión Europea". También valora iniciar acciones administrativas o judiciales contra la compañía checa Skoda por presentar una alternativa a la OPA húngara sin ofrecer una contraprestación, sino solo una declaración de intereses para combinar sus negocios.
La asociación de minoritarios considera que Skoda ha incurrido en una conducta de "abuso de mercado", que además ha provocado una caída de la acción de Talgo, devolviendo su cotización al terreno en el que se encontraba antes de trascender la oferta de Magyar Vagon. "Aemec no descarta emprender acciones de responsabilidad patrimonial contra el Estado, en reclamación no solo de los daños emergentes que puedan sufrir los accionistas con ocasión de la caída del valor de la acción, sino también por el lucro cesante, como consecuencia de no poder materializar una oferta del todo atractiva para los accionistas minoritarios, privándoles de poder vender sus títulos a 5 euros", argumenta, aludiendo a la "indefensión absoluta" en la que cree que se encuentran los más de 8.000 accionistas de Talgo.
El ICO no ha dado su visto bueno a la opa
A la operación también se suma el Instituto de Crédito Oficial (ICO), órgano dependiente del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, que todavía no ha dado formalmente la dispensa por el cambio de control que se producirá si la opa de Magyar Vagon tiene éxito, aunque sí lo han hecho más de 20 bancos poseedores de los 393 millones de euros en deuda registrada a cierre de 2023.
Entre ellos se encuentran españoles como Santander, CaixaBank, BBVA, Bankinter, Kutxabank, Ibercaja, Cajamar, Sabadell y el ICO, así como al Banco Europeo de Inversiones (BEI), Commerzbank, Crédit Agricole y Barclays a nivel europeo. Ninguna entidad de crédito con líneas de avales (Talgo tiene más de 1.100 millones activos) se ha negado a proporcionar una dispensa a los húngaros.
Sin embargo, pese a que una mayor parte de ellos ya ha dado su dispensa, el ICO, que depende del mismo Ministerio que tiene que manifestarse sobre la aprobación o el veto a la operación, todavía no la ha dado. Los bancos financiadores como el ICO estudian el origen del capital, los últimos beneficiarios, la capacidad financiera de un oferente y los planes para la sociedad. Actualmente, el ICO ya habría completado todos los trabajos necesarios y que son habituales para dar la dispensa.
Talgo trabaja con todas estas entidades de crédito para poder acceder a financiación bancaria de forma recurrente y conseguir los avales necesarios para acudir a los grandes concursos internacionales del sector. Entre ellos también está el BEI, presidido por la anterior vicepresidenta del Gobierno español, Nadia Calviño, que ha prestado hasta 225 millones en mitad de la opa para renovar la flota de alta velocidad y para una filial de Talgo. El apoyo de los bancos eliminaría cualquier sospecha relacionada con una supuesta exposición a Rusia, uno de los argumentos que el Gobierno usaría para vetar la operación, según fuentes consultadas por Europa Press.