
Poco se conoce en España a la segunda compañía que se ha interesado en adquirir Talgo. Pero al contrario que el consorcio húngaro Ganz-MaVag, que ofertó 619 millones de euros por el fabricante de trenes sin revelar sus planes ni su capacidad industrial, Skoda Transportation cuenta con un bagaje de más de un siglo en el sector ferroviario europeo, donde centra su actividad, por lo que es una cara conocida para los mercados y el Gobierno, que tiene que dar el visto bueno a la operación.
A una serie de pedidos y producción ya en curso, así como una capacidad industrial operativa hay que sumar la capacidad financiera con la que cuenta Skoda Transportation: el 85% del grupo checo está en manos del conglomerado inversor PPF Group, también originario de la República Checa, donde mantiene su sede.
Qué hace Skoda Transportation
Grupo Skoda es un conglomerado industrial que tiene su origen en 1859 en Pilsen (República Checa). Del mismo colgó, durante muchos años, la compañía automovilística Skoda Auto, hasta que en 1990 fue vendida a la automovilística alemana Volkswagen. El resto fue adquirido por el holding financiero PPF Group en 2018, incluidos los negocios de ingeniería y material rodante, que operan bajo el nombre de Skoda Transportation.
Centrada en el diseño de material rodante para transporte público, su producción contempla el desarrollo de tranvías, trenes de metro, autobuses eléctricos, trolebuses y trenes suburbanos, además de sistemas de control y tracción para sistemas de transporte. Cuenta con más de 8.000 empleados repartidos entre sus centros de producción en República Checa y Finlandia. Además, tiene sucursales abiertas en Alemania, Italia, Austria, Polonia, Hungría y Ucrania, países en los que tiene vehículos ferroviarios prestando servicio.
Sus cuentas anuales registran unos ingresos de 1.382 millones de euros (el doble que Talgo, que ingresó 652 millones) y un ebitda de 21,8 millones de euros (el de la firma española se situó en 76,5 millones, casi cuatro veces más). Pese a que las ventas aumentaron un 81% interanual, no logró salir de los 'números rojos'. Para este 2024, confían en mantener estable su cartera de pedidos y el ebitda.
"El año pasado fue un periodo de cambios importantes para la firma centroeuropea, tanto en la estructura de la empresa como en la organización de nuestras actividades comerciales. Las grandes inversiones que hemos realizado en nuestros centros de producción en los últimos años se reflejaron el año pasado en un aumento de la capacidad y el rendimiento de producción. En 2023, entregamos 400 vehículos, un 88% más que el año anterior, y las horas de producción aumentaron un 16% interanual hasta los 5,1 millones", reconoció recientemente Petr Novotny, nombrado CEO a finales del pasado año.
PPF ganó 1.400 millones en 2023
La que sí es rentable (y mucho) es su matriz, el PPF Group, propietario del 85,70% del Grupo Skoda. Esta multinacional está presente en 25 países y en distintos sectores bajo la presidencia de Renáta Kellnerová, la cuarta mujer más rica de Europa, según Forbes. Heredó el imperio dirigido por su marido Petr Kellner, el hombre más rico de República Checa, que falleció en 2021 en un trágico accidente de helicóptero en Alaska.
Su actividad se centra en los servicios financieros, donde este conglomerado es propietario de entidades como HomeCredit o AirBank. También está presente en las telecomunicaciones con la operación de las marcas O2 y Yettel en Chequia, Bulgaria, Hungría, Eslovaquia y Serbia; y es dueño del consorcio mediático Central European Media, que retransmite a varios países del Este de Europa. Además, ha ampliado su presencia a otros sectores como el comercio electrónico, donde posee el 21,7% de la logística InPost; y cuenta con empresas de biotecnología, inmobiliarias, cultura y ocio.
Sus cuentas reflejan activos por valor superior a los 43.500 millones de euros, un patrimonio neto superior a los 9.260 millones de euros y y sus participadas emplean a más de 55.000 personas por todo el mundo. En 2023 registró ganancias de 1.449 millones, mejorando las cifras de su año récord hasta entonces, 2019, cuando alcanzó los 1.005 millones.
PPF Group sufrió notablemente el impacto de la pandemia, debido a que buena parte de su negocio financiero estaba localizado en China: en 2020 perdió 291 millones, en 2021 ganó 274 y en 2022 los beneficios fueron de 164 millones. También su salida de Rusia fruto de la invasión de Ucrania provocó una reducción de sus activos por valor de 1.200 millones de euros.
En julio de 2022, el grupo PPF anunció un acuerdo con Volkswagen para vender los derechos de la marca Skoda al fabricante de automóviles, para que lo use su filial Skoda Auto y así resolver la "confusión frecuente" entre ambas insignias, después de que la mayor parte de la ciudadanía checa asociase esa marca a los coches y no a la industria ferroviaria.
Aunque el importe de la transacción no se desveló, PPF aseguró que los ingresos obtenidos se destinarían a reducir la deuda del grupo industrial y ampliar su negocio. Sin embargo, podrá usar el nombre y el logotipo de la flecha alada hasta 2029, sin que se haya revelado el futuro nombre del fabricante de ferrocarriles, que quizás podría acabar haciendo uso del de Talgo.
Últimos pedidos
En los últimos meses, y en línea con la mejora de las condiciones financieras de su propietario, Skoda también ha avanzado en su producción. Así, en las últimas semanas ha cerrado un acuerdo para suministrar 20 tranvías a la autoridad de transporte de Brno, 10 trolebuses para Pardubice; y acordó con Regiojet la renovación de 23 trenes regionales.
A ello se suma el arranque de la producción de nuevos tranvías para Praga y la entrega de las primeras unidades de dos pedidos que llevaban meses en curso: presentó el primer tranvía de los 22 encargados por la ciudad alemana de Cottbus e hizo lo propio con el primero de los 15 trenes duales del modelo RegioPanter para la operadora checa Ceske Drahy, que se destinarán a servicios regionales.
El potencial financiero y la capacidad técnica para solventar la falta de espacio para producir han sido los principales motivos por los que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha llamado a la puerta del Skoda. Moncloa asumió tiempo atrás la necesidad de elevar la operación a un nivel europeo ante la ausencia de potenciales interesados en España, para así evitar el desembarco de la húngara Magyar Vagon en el fabricante de trenes español, debido a los recelos que genera su estrecha relación con el gobierno de Viktor Orbán.