Siemens Mobility, la filial de movilidad del conglomerado industrial alemán, amplía su presencia en España con una nueva inversión en su fábrica de Cornellà (Barcelona) que permitirá ampliar su capacidad de producción y cartera de productos. En concreto, abrirá una nueva línea de producción de reductoras para ferrocarriles y fijará un centro de competencia de bastidores, iniciativas ambas destinadas a cubrir la demanda del mercado.
Esta nueva línea de producción de componentes de tracción para vehículos ferroviarios arrancó el pasado mes de mayo. En una primera fase sólo se fabricarán reductoras de gran peso para locomotoras, inicialmente desarrolladas por la propia compañía pero con vistas a ampliarla. Su capacidad de producción inicial se fija en unas 500 unidades anuales, aunque en esta primera etapa se concibe alcanzar esta cifra hasta septiembre de 2025.
La producción aumentará con una segunda fase, a medida que la producción avance y las reductoras se incorporen a otros proyectos para el mercado ibérico, según ha revelado la compañía. Para la fabricación de estos nuevos productos, Siemens Mobility ha optado por adaptar una nave específica, una operación que ha conllevado la creación de nuevos puestos de trabajo.
"La decisión de invertir en esta nueva línea de fabricación va en consonancia con nuestra visión de futuro y nuestro compromiso con la calidad y la innovación en el sector ferroviario", ha asegurado el presidente y CEO de Siemens España, Agustín Escobar. "Esta iniciativa no solo nos permitirá satisfacer la demanda actual de reductoras, sino que también sentará las bases para futuras inversiones destinadas a expandir nuestro negocio a otros clientes también en el mercado ibérico", añadió.
Esta nueva iniciativa se suma al centro de competencia de bastidores abierto el año pasado y que ya ha incorporado a más de 80 expertos. Una vez se complete y consolide la producción, Siemens confía en que este centro lidere la fabricación de estos materiales.
La instalación de Siemens Mobility en Cornellà se encarga de la producción de componentes para su negocio de material rodante, así como otras soluciones para terceros fabricantes. La instalación catalana, que cuenta con 114 años de historia y 320 empleados, forma parte de una red de diez fábricas de componentes de tracción por todo el mundo.