Transportes y Turismo

Moncloa y Criteria estudian integrar Talgo en un consorcio de empresas

Fábrica de Talgo. / Talgo

El Gobierno de Pedro Sánchez maniobra para crear el ansiado campeón nacional de la fabricación de trenes coincidiendo con la necesidad de resolver el conflicto abierto en Talgo, motivado por su veto al cambio de accionariado hacia el grupo húngaro Magyar Vagon que controla el gobierno de Viktor Orbán. El espejo estaría en Indra, que a través de sus últimas operaciones y adquisiciones, como la de ITP Aero, aspira a convertirse en el líder de la industria nacional de defensa.

El rechazo de CAF y Stadler a adquirir el fabricante español y la ausencia de otros interesados en el mercado europeo han resultado en la puesta en marcha de una operación tutelada por el Gobierno para crear un holding empresarial centrado en el ferrocarril y sus negocios asociados que garantice la competitividad de Talgo en el mercado y su posible crecimiento a otros negocios.

Para contrarrestar la opa húngara, el Gobierno ha acudido a CriteriaCaixa, brazo inversor de La Caixa, en un momento en que la gestora está virando su negocio para convertirse en la SEPI privada, una vez confirmada su entrada en Telefónica y a la espera de definir el futuro de la energética Naturgy.

La compañía de Isidro Fainé y Ángel Simón se ha convertido así en un actor clave para mantener la nacionalidad española de Talgo sin recurrir a dinero público, aunque todavía está a la espera de conocer más datos sobre la empresa a adquirir y la operación al completo. Para ello, y dado que el ferroviario es un negocio nuevo para Criteria, ha reclamado ir acompañada de un socio industrial, sin que por el momento hayan trascendido candidatos.

Una vez Criteria y su socio industrial lancen la contraopa y si esta se resuelve con éxito, el plan incluye la constitución de un consorcio empresarial del que colgaría Talgo como su principal activo, dada su importante cartera de proyectos. Pero al mismo podrían adherirse o integrarse otras empresas del sector, próximas o vinculadas con Talgo, que sean capaces de aportar un extra de innovación o diferenciación al fabricante de trenes, que al mismo tiempo tendría que redefinir su hoja de ruta.

La solución de esta nueva estructura empresarial permitiría bloquear la oferta pública de adquisición lanzada por Magyar Vagón y salvar los posibles recelos de Bruselas a que España vete a un grupo de inversores de otro país de la Unión Europea, entre los que se encuentra el propio estado húngaro a través de su fondo Corvinus.

Más allá de las sospechas sobre el posible origen ruso de los fondos que financiarían la operación magiar, el Ejecutivo español ha apelado a una cuestión de seguridad nacional para calificar a Talgo como empresa estratégica y justificar su oposición a Magyar Vagon. El propio Puente habló abiertamente de que su tecnología de cambio de ancho es clave para la llamada movilidad militar, que cobra importancia ante la sensación de guerra que envuelve al viejo continente.

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