
El fabricante de aviones Boeing ha destituido al jefe del programa 737 MAX y director general de la planta de ensamblaje de Renton (Washington), Ed Clark, como consecuencia del accidente del 737 MAX 9 de Alaska Airlines que tuvo lugar el pasado 5 de enero, en el que se desprendió un panel de salida de su cubierta y parte de una ventana en pleno vuelo, lo que obligó a efectuar un aterrizaje forzoso.
La compañía norteamericana también ha anunciado una reorganización del equipo directivo de la división de aviones comerciales, en la que se integra este modelo, tras reconocer su culpa en el incidente y aumentar sus protocolos de seguridad y calidad.
Así lo ha comunicado en un correo electrónico a sus empleados, al que han tenido acceso medios locales como 'Seattle Times'. Estas medidas ocurren más de un mes después del accidente que provocó la inmovilización de un total de 171 aviones como parte de la decisión de la Administración Federal de Aviación (FAA), que también estudia minuciosamente los procesos de fabricación de Boeing.
Ed Clark abandonará la empresa y será sustituído por Katie Ringgold, actual vicepresidenta de operaciones de entrega de los 737. Clark se hizo cargo del programa MAX en 2021 y era responsable de la ingeniería, la cadena de suministro, la fabricación y otras funciones de apoyo a la fabricación del modelo en cuestión.
La reorganización de la división se completa con la creación de un nuevo cargo ejecutivo, el de vicepresidente senior de Calidad, que será asumido por Elizabeth Lund. Un reciente informe preliminar de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de Estados Unidos destacó que el avión accidentado carecía de cuatro pernos. Las fotos y pruebas del informe señalaron que los pernos fueron retirados para realizar trabajos en la fábrica de Boeing en Renton y no fueron sustituidos.