
Galicia goza de algunos de los mejores paisajes de toda España y un ejemplo de ello se puede ver en la Costa da Morte, dentro del término municipal de la parroquia de Santa Uxía de Ézaro, que pertenece al municipio de Dumbría: la cascada del Jallas. Un salto de agua de 40 metros de altura que tiene la peculiaridad de desembocar directamente en el océano.
El río Jallas recorre con sus 65 kilómetros de longitud diversas localidades hasta llegar al monte Pindo y allí se cae por sus paredes, formando una catarata a la que le conoce como el Niágara gallego.

Y aunque en esta maravillosa costa no son pocos los rincones en los que se puede disfrutar de este fenómeno geológico, la cascada de Ézaro es una de las más espectaculares y la que atrae a más visitantes. Para poder verla de la mejor forma, lo recomendable es ir hasta el mirador de Ézaro. Para llegar hasta allí hay que recorrer dos kilómetros de ascenso que se puede hacer a pie o en coche. Al llegar al mirador se ve de frente el monte Pindo y como el río Jallas desemboca en el océano formando una increíble cascada.
Esta cascada tiene agua todos los días del año pero desde junio a septiembre hay un espectáculo de luces por la noche desde las 23:00 hasta las 00:00 horas. Las luces iluminan la caída de agua. Además, se puede ver de una forma única, alquilando unos kayaks se puede llegar en el punto que rompe la cascada.
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