
El esfuerzo por reducir nuestras emisiones y contribuir a un mundo más ecológico debe ser el trabajo de todos y una gran forma de hacerlo es aprovechando las herramientas que nos ofrece la tecnología. Esto es porque estos avances nos aportan ventajas de todo tipo y en todos los aspectos, ya que gracias a sus capacidades nos ofrecen información que una persona por sí sola quizás no pueda alcanzar.
Son muchos los ejemplos de ello, pero uno de los aspectos más señalados por los expertos de preservación del medioambiente es la forma en la que las personas nos movemos de un lado a otro. A pesar de que hay opciones que son más sostenibles que otras, como los vehículos eléctricos o el transporte público, la forma en la que nos trasladamos, en general, deja bastante que desear desde el aspecto medioambiental.
Recientemente el Gobierno de España ha anunciado la supresión de rutas aéreas domésticas (dentro de nuestro territorio) que tengan una alternativa ferroviaria de menos de dos horas y media. Una medida que todavía se tiene que ver cómo se va a aplicar. No obstante, no son los únicos que buscan ese cambio en la sociedad, ya que Google está haciendo lo mismo.
En este sentido, Google Maps es posiblemente el mapa virtual más famoso y utilizado en todo el mundo. Y es que está repleto de funciones que lo convierten en mucho más que un simple plano.
Mucho más que un mapa
Una de sus herramientas más usadas es la de ofrecer a los usuarios todas las rutas posibles entre las que puede elegir para llegar a su destino, incluyendo variedad de transportes.
Esta herramienta tiene en cuenta aspectos como la hora del viaje, los pros y contras que tiene cada camino y, desde hace relativamente poco, cuál es la ruta que menos emisiones de CO2 emite, para tratar de concienciar al usuario sobre el impacto que tiene viajar y darle opciones para que su ruta sea lo más ecológica posible.
Para esta última opción, Google utiliza una IA que tiene en cuenta aspectos como la cantidad de cuestas, el tráfico o la velocidad de la carretera para su sugerencia. Desde el lanzamiento de esta opción, allá por octubre de 2021, Google asegura que ha contribuido a evitar más de 2,4 millones de toneladas métricas de emisiones de CO2 que equivale a retirar de las carreteras durante un año unos 500.000 coches con motor de combustión (el más contaminante).
Pero la compañía no se queda aquí, y desde hace unos meses quiere que los usuarios se sumen a todavía más iniciativas y apliquen cambios en sus vidas para contribuir al medio ambiente y su preservación.
Para ello, Google Maps ha empezado a ofrecer y sugerir, siempre que sea viable y posible, rutas en tren cuando el usuario busque rutas en avión. Los vuelos son uno de los medios de transporte más contaminantes y por ello siempre que haya una alternativa terrestre y rápida como es el tren, Maps da esta posibilidad. La herramienta no sólo ofrece la alternativa, sino que calcula y compara el tiempo de viaje, el coste y las emisiones de las opciones de viaje.
Pero Google no solo trabaja para que los usuarios cambien sus hábitos más contaminantes, sino que trabaja también para que las compañías lo hagan. En este caso, se trata de las aerolíneas, donde Google ha entrenado a su IA para reducir el impacto medioambiental de estas estelas en los vuelos comerciales en aproximadamente un 35%.
Esto es porque las estelas blancas que se ven cuando pasa un avión retienen el calor acelerando así el calentamiento global. Gracias a la IA de Google, esta es capaz de detectar las zonas más húmedas del cielo (donde más se forman estas estelas) y guiar al piloto por otras zonas y así no generar tantas estelas.
Estos pequeños ajustes de cómo funciona Google Maps demuestran que, si las personas tienen intención de contribuir a la preservación del medioambiente, no hace falta siempre que cambien radicalmente sus hábitos o tengan que gastarse más dinero, existen pequeños gestos, como coger un tren en vez de un avión, que ayudan a tener un planeta más limpio.