
Cinco años de que se anunciase el plan por parte de la aerolínea española Air Nostrum y la irlandesa CityJet para crear el mayor grupo europeo de aviación regional, por fin la operación se ha concretado con la creación de Strategic Alliance of Regional Airlines (SARA). Una corporación concebida a imagen de IAG, en la que el presidente y CEO de Air Nostrum, Carlos Bertomeu, junto a los socios fundadores del IVI, controlarán el 80% del accionariado a través de su sociedad Air Investment Valencia.
El 20% restante queda en manos de los socios estadounidenses de CityJet, fundamentalmente los fondos de la firma de inversión Fortress, según el canje de acciones acordado en una operación firmada hace apenas unos días, según desveló esta mañana Bertomeu. Las dos compañías habían llegado a un acuerdo en 2018, que se suspendió, mientras se tramitaban las autorizaciones, por el Covid.
"Ha sido infinitamente más largo de lo que queríamos" reconoció el presidente de Air Nostrum, que además subrayó que el contexto en la aviación es muy distinto sobre todo por la mayor crisis del sector en su historia por el Covid 19. Entre las grandes diferencias, el que será también el presidente y CEO del grupo destacó que "no teníamos la deuda que tenemos ahora" y tampoco las condiciones para devolver los préstamos tanto del ICO como del rescate de la SEPI que permitieron a la compañía española aguantar financieramente durante el parón por el confinamiento.
La nueva SARA se a convertido así en la dueña de tres aerolíneas: Air Nostrum que opera sobre todo para Iberia, CityJet que ofrece aviación regional a SAS e Hibernian, una firma creada por los socios de Air Nostrum para operar para otras grandes aerolíneas. También incluye las filiales de mantenimiento del grupo valenciano, Anem, y la de formación de tripulaciones, Air Nostrum Training OPS, además de la firma danesa de CityJet que gestiona sus tripulaciones.
En total la nueva SARA cuenta con una flota de 74 aviones, de los que 45 proceden de Air Nostrum y otros 3 de su hermana pequeña Hibernian. Precisamente la gran apuesta de Bertomeu con esta operación, que la convierte en el mayor grupo de aviación regional independiente de Europa, es convertirse en el mayor proveedor de estos vuelos de corta distancia para las grandes aerolíneas como ya hace en su caso con Iberia y CityJet con SAS.
"Estoy convencido que el sector de la aviación regional se va a consolidar igual que ha pasado con las grandes y las majors que conocíamos", explicó Bertomeu, que señaló que ya desde antes de la operación con CityJet están hablando con todos los operadores europeos para sumar a compañías independientes.
Vuelta a beneficios
El grupo valenciano cerró el ejercicio 2022 con una de cifra de negocios de 494,2 millones de euros, un 51% más que en 2021 gracias al final de la crisis de la pandemia y la recuperación de los vuelos (alcanzó el 87% de 2019) y el pasaje (con niveles del 87%).
En cuanto al beneficio antes de impuestos, volvió a la rentabilidad con 19,6 millones de euros de beneficio antes de impuestos, frente a las pérdidas de 5 millones de euros de 2021. Precisamente las pérdidas acumuladas también en 2020, con casi 140 millones, han hecho que la totalidad del resultado se destine a fondos propios.
Precisamente las condiciones del rescate de SEPI han sido uno de los condicionantes de la operación, ya que la totalidad de la caja de Air Nostrum, que se mantendrá como sociedad independiente con sede en España, se destinará a devolver los créditos de ICO y la SEPI. "Cada empresa seguirá siendo responsable de su deuda. Los créditos de ICO y de SEPI seguirán siendo destinados los ingresos de Air Nostrum, no se pueden destinar a operaciones entre compañías", remarcó Bertomeu.