
La competencia en la alta velocidad ha desatado una batalla comercial entre Renfe, Ouigo e Iryo. Los viajeros que han ido subiéndose a los operadores alternativos ya se notan en la cuenta de resultados de las compañías. Iryo, la última en iniciar operaciones en España, ha alcanzado los 79 millones de ventas entre enero y junio, cifra sin comparación hasta el momento con el mismo periodo del año anterior, ya que todavía no había empezado a circular. La evolución ha sido suficiente para representar una parte significativa del negocio de alta velocidad de Ferrovie dello Stato, su principal accionista, y para batir a Ouigo en ventas durante la primera mitad del año.
Las ventas de la compañía, según las cifras reportadas por su principal accionista, Ferrovie dello Stato (45%)-los otros dos son Globalvia (31%) y parte del equipo de Air Nostrum a través de Operador Ferroviario de Levante (31%)-, pone de manifiesto que la compañía dirigida por Simone Gorini ya aporta más al grupo que los servicios de alta velocidad que Trenitalia tiene en Francia (13 millones de euros).
En cualquier caso, Iryo representó el 22,9% del aumento de volumen de negocio de los servicios comerciales ferroviarios del grupo italiano, que durante el primer semestre crecieron en 345 millones de euros. Lo que todavía queda por determinar es cuánto se alejó de la rentabilidad, a la vista de que en 2022 los precios de la energía desdibujaron las previsiones económicas de todos los operadores en España.
La compañía hispano italiana ha logrado estas cifras tras aterrizar durante el primer semestre en todos los corredores que firmó con Adif en el acuerdo marco de liberalización. Pujó por el paquete B, el segundo de mayor capacidad, para circular hacia Barcelona, Madrid y Andalucía. Su expansión le ha llevado ya a estar presente en 12 ciudades y a estudiar la segunda fase de liberalización ferroviaria, con la mirada puesta hacia otros corredores.
Presión a Ouigo
Las cifras de Iryo evidencian que el operador ya ha batido en ritmo de ventas a Ouigo, la filial de la francesa SNCF, que, no obstante, opera en un corredor menos. La compañía dirigida por Hélène Valenzuela ha superado los 100 millones de euros de facturación, si bien ha necesitado todo un año (2022) y en la primera mitad de año no ha alcanzado la marca de ingresos de Iryo, aunque se ha quedado muy cerca, según fuentes del mercado. El Registro Mercantil de España todavía no ha depositado sus cuentas y sobre 2023 tampoco ha desglosado cifras económicas.
Las cifras publicadas por la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), que hasta el momento analizan los números de las compañías ferroviarias antes de abril de 2023, revelan que Iryo acumuló en el primer trimestre del año un 17,5% cuota de mercado en el Madrid-Barcelona y un 13,2% en el Madrid-Levante. La muestra del corredor andaluz no es todavía representativa.
En cualquier caso, el negocio en alta velocidad de las nuevas compañías están lejos del negocio de Renfe en esta división, que asciende a más de 1.300 millones de euros anualmente, habida cuenta de que tiene más frecuencias en estas líneas y todavía explota en solitario destinos como Galicia. La compañía pública sigue manteniendo en la actualidad la mayor cuota de mercado en todos los corredores a través de su marca principal (AVE) y la destinada al low cost (Avlo).