Madrid
Este municipio español se sitúa en la provincia de Soria, Castilla Y León. Forma parte de la comarca Tierras del Burgo, a 31 kilómetros de Soria capital. Su pequeño tamaño y su escasa población, de tan solo 47 habitantes, no debe hacer pensar que se trata de un lugar sin ninguna importancia, ya que los visitantes se encuentran con una ciudad medieval.
Además, desde el comienzo de la medición de su demografía en 1842, el pueblo ha experimentado 'grandes' oscilaciones. Por ejemplo, su población en dicho año era de 232 habitantes, alcanzando un máximo de 676 habitantes en 1877, y habiéndose desplomado hasta los 47 personas de la actualidad.
Una curiosa tradición
Sus calles adoquinadas son estrechas, y sus casas cuentan con un entramado de madera y soportales dignos de admirar, para conocer de primera mano un poco de arquitectura popular medieval.
Su calle principal contiene un busto que hace referencia a la historia del pueblo: se dice que Almanzor (Muhammad Ibn Abï Emir) perdió su tambor en Calatañazor. Entonces, el hasta entonces victorioso político y militar del Califato de Córdoba sería derrotado precisamente en este pueblo, y la pérdida de su instrumento le haría perder su alegría y dejarse morir.
Los encantos del pueblo
La plaza Mayor de Calatañazor levanta una estructura conocida como rollo o picota, que servía para dar castigos ejemplarizantes a los delincuentes, frente a la multitud popular. Además, destaca la denominada 'piedra del abanico', que consiste en una huella fósil de una hoja de palmera. Sus edificaciones se adornan también con chimeneas cónicas, similares a las del pueblo de la Cuenca, bastante cercano a este.
Y como buen pueblo medieval, Calatañazor posee un castillo que se recomienda visitar. Además, recientemente se inauguró en el mismo un mirador, desde el que contemplar las vistas hacia el pueblo, la llanura y el cañón de su zona sur.
Y más allá de todo lo anteriormente mencionado, se aconseja acudir a la necrópolis, a los pies del castillo. Además, fuera de su recinto amurallado se encuentra el Sabinar de Calatañazor, que alberga árboles centenarios, y sin olvidarse de la visita al Monumento Natural de La Fuentona.