
La Semana Santa es la primera cita importante marcada en las agendas de los hoteles españoles. Una cita que este año viene marcada por el alza de precios.
Según datos de la consultora Simon-Kucher reservar un hotel esta Semana Santa será un 40% más caro que el año pasado, o lo que es lo mismo, la tarifa media se ha encarecido hasta los 183 euros en los principales destinos turísticos.
Los mayores encarecimientos se van experimentar en las ciudades andaluzas por excelencia en Semana Santa: Sevilla y Málaga. Los precios media de la primera se van a situar por encima de los 300 euros, un 25% más que el año anterior, mientras que en la segunda la tarifa media va a ser de 245 euros, un 12% más.
Pese a que Sevilla lidera la tabla en datos globales, son Madrid y Barcelona las regiones que experimentan las mayores subidas. Reservar un hotel en la ciudad condal este año es un 49% más caro que en 2022. La tarifa ha pasado de 150 euros a 224 euros.
En lo que respecta a la capital de España, los precios se han encarecido un 43%, pasando de 144 euros a 206 euros.
Al lado contrario de la tabla se encuentran los dos archipiélagos. Canarias y Baleares presentan los precios más bajos, situándose la tarifa media en los 127 euros en la primera y en los 138 euros en la segunda.
El sector no está observando que el alza de los precios repercuta en la ocupación. "Estamos viendo que la ocupación sube de la mano con los precios, aunque esta situación puede dejar de ser sostenible. No se trata de cuánto subir los precios sino del cómo hacerlo, ya que hasta ahora muchos de los ajustes al alza se han hecho de forma poco sofisticada y dañando la percepción del consumidor que llega a percibir subidas de hasta 4 veces las indicadas por el IPC", explica Miguel Afán, socio de Simon-Kucher y responsable de los sectores de turismo y ocio.
"Pese a los grandes esfuerzos del sector para no trasladar los costes al consumidor, el sector acumula subidas de hasta un 50% respecto al año pasado, hecho que ha llevado a que algunos destinos no recuperen los niveles de ocupación pre-pandémicos. El sector debe asegurar ajustar los precios a la disposición al pago y buscar alternativas de maximización de ingresos más allá que con las habitaciones, como por ejemplo en F&B", añade la también socia de Simon-Kucher, Ana Morillo.