Squircle Capital amplía su participación en los astilleros de Marina Barcelona 92 (MB92). El fondo dirigido por José Caireta ha formalizado la compra de un 15% más en el grupo de mantenimiento y reparación de superyates con instalaciones en Barcelona y Marsella. La gestora entró en el capital de la firma en 2019 cuando se hizo con el 77,5% de las participaciones y ahora amplia su porcentaje hasta el 93% mientras el conglomerado afronta su expansión internacional.
El fondo de inversión con oficinas en Luxemburgo, Milán y Barcelona entró hace tres años a la compañía tras desembolsar alrededor de 105 millones de euros. En ese mismo momento, ya firmó la posibilidad de ampliar su exposición con la compra de participaciones de parte del equipo directivo, explican fuentes cercanas a la operación a elEconomista.es. Compartirá capital con la turca Dogus Group –antiguo accionista de referencia y que mantiene un pequeño paquete de títulos-.
De mantenerse la valoración, la adquisición del 15,5% adicional se habría cerrado por aproximadamente 21 millones.
El acuerdo actual emplaza a 2025 la posibilidad para Squircle de volver a crecer en el capital del grupo e incrementar todavía más su participación en el líder mundial de reparación y mantenimiento de este tipo de navíos. "Nos comprometemos a apoyar a la dirección en sus planes de expansión; MB92 ha tenido un éxito fenomenal desde nuestra inversión y no tenemos dudas de que esto continuará", señala Caireta, antes director general de Reig Capital Group.
"La inversión indica la confianza de Squircle en MB92", celebra su presidente
"Esta nueva inversión indica la confianza de Squircle en MB92 para liderar la industria del reacondicionamiento, con innovación y sostenibilidad", añade Pepe García-Aubert, presidente de MB92 y accionista minoritario.
La inversión se realizó a pesar de dos años particularmente complicados para el negocio. Si primero la pandemia segó la actividad turística, luego fueron las sanciones a los oligarcas rusos –unos de los grandes clientes- los que afectaron al normal funcionamiento de MB92. El grupo, por ejemplo, colaboró en la inmovilización del yate Valerie, vinculado al oligarca Sergei Chemezov.
La propia Squircle tuvo que romper relaciones con el dinero ruso. Liquidó el fondo en el que había invertido Vagit Alekpérov, expresidente y accionista de Lukoil, que contaba con activos como un bloque de viviendas de lujo en la Plaça Francesc Macià de Barcelona. También se desvinculó de Marina Port Vell, donde representaba al magnate en el capital.
MB92 crece pese a los contratiempos: más de 200 millones de ingresos
Pese a los contratiempos, Marina Barcelona aspira a cerrar el año con un Ebitda superior a los 20 millones y una facturación mayor de 200 millones de euros. En 2019, el Ebitda era de 17 millones y las ventas de 150 millones.
Desde entonces, el grupo inauguró en la capital catalana su elevador de barcos de hasta 4.800 toneladas, que permite varar y desplazar superyates de hasta 115 metros de eslora. La inversión fue de 50 millones de euros, explicó en su momento.
Este 2022 fue el año de la expansión internacional. MB92 inauguró su nueva plataforma en La Ciotat (Marsella) y selló un acuerdo con las compañías Al Seer Marine y P&O Marinas para erigir un nuevo astillero en Emiratos Árabes Unidos en 2026.