El sector turístico ha puesto la velocidad de crucero y está registrando cifras récord este año tras dos ejercicios muy golpeados por la crisis económica provocada por el Covid-19, tanto, que los grandes grupos del sector han vuelto a registrar beneficios a lo largo de 2022. A falta de una bola de cristal que augure como serán los próximos meses, las principales compañías del sector se muestran optimistas de cara a 2023.
Meliá -primera hotelera en número de habitaciones en España y tercera en Europa- confirmó durante la presentación de los resultados correspondientes a los nueve primeros meses del año la recuperación iniciada entre abril y junio. Con respecto a 2023, reconocen que las previsiones no son fáciles, sobre todo, porque se rigen bajo el mantra de que la única certeza es la incertidumbre, pero hay motivos para el optimismo.
"Existen algunos factores que nos hacen pensar en una temporada positiva, como las estimaciones de las grandes aerolíneas para el próximo invierno, que en el caso de Canarias superan en plazas a la temporada de 2019, que ya fue muy positiva, o la progresiva reactivación del turismo de Empresa y de los Congresos y Convenciones, que esperamos se haya recuperado a finales de 2023", explican desde el grupo balear a elEconomista.es. Para el primer fin de semana de enero, coincidiendo con el festivo por los reyes magos, desde Meliá destacan que las cifras están por encima de 2019.
El grupo presidido por Gabriel Escarrer espera cerrar el año superando los 400 millones de euros de ebitda (resultado bruto de explotación) pese a que la ocupación seguirá por debajo de los niveles pre covid. De cumplirse esta previsión, la hotelera rozaría los niveles previos a la pandemia, en 2019 obtuvo un ebitda de 477 millones. Pese a los temores de inflación, para el cierre de año esperan unos datos positivos para la temporada alta de Canarias, Cabo Verde y México.
Los datos de ocupación siguen todavía por debajo de los niveles previos a la pandemia aunque el grupo balear confía en 2023. "Hay indicios que nos hacen pensar en una resilencia de la demanda más allá de 2022, y a pesar de un posible cambio de ciclo económico", apuntan.
El optimismo también está instaurado en NH. "Las previsiones que manejamos para los primeros meses de 2023 son positivas, conviene recordar que enero y febrero son meses de temporada baja, por lo que han presentado históricamente menor demanda y ocupación. Aun así, lo cierto es que cuando se cotejan datos reales semana a semana, las reservas están por encima de los niveles prepandemia. Esperamos que esa tendencia siga activa durante todo 2023", detallan fuentes del grupo a este medio.
Parte de este optimismo se sustenta por los datos registrados a lo largo de 2022. "La evolución ha sido palpablemente positiva en el segundo semestre de 2022. Ha sido excelente en leisure y buena en el turismo de negocios. En cuanto al segmento MICE, las cifras han ido mejorando mes a mes desde verano y son positivas, aunque nos falta todavía algún gran congreso que esperamos llegue en 2023", destacan desde NH.
Todo parece apuntar a que 2023 será el gran año para el sector turístico pese al frenazo económico. "Este 2023 que tenemos a las puertas, será un año donde la inestabilidad económica global nos pondrá a prueba. Ante nosotros está el reto de continuar siendo un destino referente. Debemos fortalecer la excelencia y calidad de nuestra oferta turística", apuntan desde el Loro Parque.
Cautela de cara a los próximos meses
En lo que respecta a Riu, se muestran más cautos de cara a los próximos meses. "Para 2023 somos prudentes. Desde que inició la pandemia, la reserva de último minuto se ha impuesto. Se ha recuperado cierta anticipación, pero seguimos trabajando con muy poca visibilidad. A esto se suman factores como la inflación, el aumento de los tipos de interés o la guerra. Tendremos que esperar a que avance el año para ver si el deseo de viajar se mantiene fuerte, como este año 2022, o si todos estos condicionantes acaban contrayendo la demanda", alegan.
Desde Riu prefieren mirar el presente, sobre todo, teniendo en cuenta que 2021 fue un año especialmente bueno en el que consiguieron ganar 58 millones y dejar atrás los números rojos de 2020 y que los datos de 2022 avalan otro ejercicio récord. "El curso 2022 ha sido muy bueno en cuanto a cifras de ocupación. Tanto así que hemos registrado cifras récord, tanto en ocupación como en tarifa media, superando las de 2019. Esto se ha debido a que la demanda ha sido muy fuerte y no ha sido necesario recurrir a ofertas para conseguir los objetivos", explican. Pese a que la demanda está por encima de lo niveles previos a la pandemia, con respecto a la rentabilidad alegan que no se ha recuperado al mismo ritmo "porque el aumento de los precios ha sido enorme".
La Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) apunta a que 2023 va ser un año de estabilización. "Esperamos un buen comportamiento del turismo vacacional. Las previsiones positivas para el año 2023 son de estabilización, de recuperación del empleo, estabilización en la facturación e incluso ligeros incrementos con respecto a la facturación del 2019, que fue una facturación récord", detalla Carlos Garrido, presidente de la CEAV.