
A pesar de la recuperación turística, las aguas bajan revueltas en Hesperia. Después de dos años marcados por la pandemia, a la empresa presidida y controlada por José Antonio Castro se le abre un nuevo frente: la rebelión de sus accionistas minoritarios, las familias Olivella y Sagué, descontentas con la gestión del empresario gallego al frente de la hotelera. El enfrentamiento quedó patente en la última junta de accionistas, donde votaron contra las cuentas anuales y el informe de gestión pocos meses después de que la Sepi aprobase un rescate de 55 millones para la compañía.
Ambas sagas catalanas, que controlan el 16% del capital –la amplia mayoría está en manos del propio Castro-, dejaron claro su descontento en la última reunión anual, celebrada en la sede de la organización en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) en julio. Allí, impugnaron el mando actual de la compañía y votaron en contra de las cuentas anuales, el informe de gestión y de apoderar a los actuales administradores de la empresa para realizar cualquier tipo de trámite ante la administración.
Las fuentes consultadas por elEconomista.es señalan que el enfrentamiento llega por lo que los minoritarios califican de falta de transparencia en la gestión; una crítica que se produce después de un año especialmente complicado, con varias visitas a los juzgados por enfrentamientos con sus caseros y el adiós a varios establecimientos repartidos por España. Todo sumado al golpe del coronavirus al sector hotelero.
El 2021 de Hesperia estuvo todavía lejos de la recuperación: perdió 26,6 millones
A lo largo de 2021 –el ejercicio que se sometió a votación- Hesperia se enfrentó con los dueños de un hotel en La Coruña y con Meridia Capital, propietario del Hotel Barcelona del Mar, por el pago del alquiler. Además, tuvo que rescindir contratos en alojamientos de Santiago de Compostela, Granada, San Sebastián, Bilbao y Toledo; una situación que los minoritarios consideran que no se explicó lo suficiente a los accionistas.
El año se saldó con unas pérdidas de casi 26,6 millones de euros (+15,5 millones en 2019) y unos ingresos de 48,6 millones (136,9 millones en 2019). En el primer semestre de 2022, la organización aseguró haber superado ya las ventas prepandemia.
A preguntas de este medio, la empresa declinó hacer comentarios sobre el conflicto con sus minoritarios y rechazó las acusaciones de falta de transparencia, con las cuentas auditadas por EY.
El conflicto de Castro con los minoritarios viene de lejos
Lo cierto es que el conflicto entre Castro y las familias Olivella y Sagué viene de lejos. Hace 15 años, ambas familias ya impugnaron judicialmente las cuentas de 2006 –algo que no es descartable que pueda volver a suceder- y acusaron a la dirección de "falta de claridad" en operaciones como la construcción del Hotel Hesperia Tower, la adquisición de varios terrenos en Fuerteventura y el papel de la hotelera en NH Hotel Group, firma a la que se integró entre 2009 y 2018 con un contrato de gestión. El juez dio la razón al empresario gallego
La auditoría de EY incluye una salvedad al respecto de los activos en Fuerteventura. Los expertos de la firma señalan que no han podido obtener una valoración actual de los terrenos después de que fueran afectados por restricciones urbanísticas por motivos medioambientales.
El enfrentamiento se reabrió en 2010, cuando la justicia obligó a Hesperia a convocar una junta para informar a los accionistas de la fusión con NH. Desde entonces, se mantuvo latente, con episodios puntuales hasta la última junta. Otras voces señalan que detrás de esta estrategia de tensión constante se esconde la voluntad de ambas sagas de vender sus acciones al propio Castro, por lo que habrían optado por tensar la cuerda al máximo en busca de una salida.
El rescate de la Sepi a Hesperia: 55 millones de euros
La enmienda de las familias catalanas al empresario gallego llegó solamente dos meses y medio después de que la Sepi aprobase un rescate de 55 millones de euros a la hotelera. El 26 de abril, la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, dio a conocer la ayuda pública después de estar en fase de estudio desde febrero de 2021.
"La compañía valora positivamente la resolución del expediente y destinará los fondos a fortalecer su liquidez en el nuevo contexto de recuperación progresiva de la normalidad tras la pandemia", explicó Grupo Inversor Hesperia en un comunicado. La inyección de capital se estructuró en un préstamo participativo de 28,05 millones y otro ordinario de 26,95 millones de euros.
La hotelera da empleo a cerca de 2.000 personas y es uno de los grupos de referencia en el país, recordó, para justificar la motivación de la ayuda.