Telecomunicaciones

Ericsson planea suprimir 300 empleos en España en plena reorganización europea

  • El grupo reconoce las duplicidades tras reducir de siete a tres sus unidades de negocios 
Sede de Ericsson España en Madrid.
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El grupo Ericsson planea una regulación de empleo en España que prevé afectar a más de 300 empleados, alrededor del 13% de una plantilla de 2.260 trabajadores, según ha podido saber elEconomista.es de fuentes conocedoras de la situación. Ese ajuste laboral se enmarca en la reestructuración que ha acometido la compañía sueca de telecomunicaciones, con especial impacto en suelo europeo, con una reorganización interna que incluye la reducción de siete unidades de negocio a solo cuatro. A preguntas de este periódico, desde el grupo han reconocido que la consolidación en marcha en la compañía "creará eficiencias operativas, lo que puede significar que algunas funciones se dupliquen o que el trabajo pueda hacerse de forma más sencilla, lo que significará la supresión de algunas funciones".

Los empleos de Ericsson España (1.606 hombres y 656 mujeres) incluyen los 830 puestos de los centros de I+D de la compañía repartidos entre Madrid (600), Málaga (200) y Barcelona (30), desde donde se prestan servicios a la corporación. Las operaciones de Ericsson España había resultado indemnes de los tijeretazos laborales sufridos el año pasado en la sede central en Estocolmo, entonces con la salida de 1.200 empleados, con impacto entre los consultores, responsables de procesos y el cierre de varias instalaciones, todo ello con el objetivo de "afrontar la compleja situación del mercado de redes móviles y contener sus costes tras la parálisis del mercado de equipos destinados a la telecomunicación".

En 2023, el grupo liderado por Börje Ekholm acometió un ajuste laboral sobre 8.500 trabajadores en todo el mundo, sin que entonces apenas tuviera impacto en España. Según datos a los que ha accedido este periódico, Ericsson España realizó el año pasado 47 despidos y destinó en gastos de personal casi 250 millones, un 16,8% más que en 2023. La retribución al consejo de administración, formado por tres consejeros, se redujo el 17,5% hasta los 783.000 euros. A su vez, la retribución a la alta dirección, excluidos los consejeros, se cifró el año pasado en 2,6 millones de euros, un importe similar al de 2023, y a repartir entre 14 directivos.

Hasta el momento, el papel de la filial española se consideraba estratégico para el grupo, ya que albergaba en el mismo país al poder de decisión de Telefónica, así como a subsidiarias de dos de los mayores operadores de telecomunicaciones de Europa, Orange y Vodafone, antes de sus respectivos movimientos de fusión con MásMóvil o de compra por parte de Zegona, respectivamente.

La multinacional de las telecomunicaciones decidió el pasado junio simplificar las estructuras y optimizar la cadena de mando, para lo que integró el negocio europeo junto con las actividades de África y Oriente Medio, en la denominada región EMEA (Europe, Middle East and Africa). Con esa simplificación de estructuras, las filiales continentales dejaron de compartir recursos con la ya desaparecida región MELA (Mercado de Europa y América Latina). En concreto, el grupo ha confiado la dirección del negocio para Europa al francés Christian Leon, hasta hace unas fechas primer ejecutivo de las filiales de la compañía en Francia, Bélgica, Luxemburgo, Argelia y Túnez. Con este nombramiento, el consejero delegado de Ericsson España, Diego Martínez, reportará a León, quien a su vez hará lo propio con Patrick Johansson, responsable de Ericsson EMEA,

Por otra parte, Ericsson España ha desvelado las cuentas del año pasado, ejercicio en el que reportó un beneficio de 25,8 millones de euros, un 11% más que los 23,23 millones de euros del año anterior. Asimismo, las ventas ascendieron a 538,1 millones de euros, un 8,2% más que los 497,3 millones de euros facturados en 2023.

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