No corren buenos tiempos para el empleo en el sector de las telecomunicaciones. La feroz competencia está empujando a las empresas a reestructurarse y a reducir plantilla. Bajo este escenario, Adamo estudia un plan de despidos para el área de negocio de 'retail', según ha podido saber elEconomista.es a través de fuentes conocedoras del proceso. La compañía prevé hacerlo oficial en mayo, mientras que algunos trabajadores ya estarían pactando su salida con la empresa. La operadora catalana cuenta con una plantilla de 350 personas, la mayoría en Cataluña. Fuentes de Adamo no hacen comentarios.
Por su parte, otras fuentes del sector aseguran que Adamo se reestructurará con el fin de ser más competitiva. Ardian, el fondo francés principal accionista de Adamo, se vio obligado a parar la venta del área 'retail' al recibir ofertas que no cumplieron sus expectativas. La razón de las bajas valoraciones se basa en su crisis de ventas, una tasa alta de abandono de clientes y baja penetración en las zonas que había desplegado, explican las mismas fuentes.
Según adelantó este diario en su edición del 29 de septiembre de 2024, Adamo pretendía segregarse en dos sociedades: una dedicada a los servicios comerciales de su actividad de 'retail' y otra concentrada en los activos de fibra óptica. Una de las causas por la que no ha llegado a buen puerto es la elevada expectación para Ardian, que esperaba fijar una valoración para este negocio de 300 millones de euros.
Tónica en el sector
Fuentes del sector señalan también que la tensión de caja ha provocado un cambio de estrategia drástico el operador de fibra rural, eliminando toda estrategia de captación. En concreto, ha eliminado todas las tarifas públicas de 300, 500 y 600 MB, manteniendo solo una de 1GB y abandonando los precios 'low cost'. Este hecho es el que ha provocado que la compañía se plantee reducir plantilla del equipo comercial. La firma fichó en noviembre del año pasado como consejero delegado a Carlos Ávila, ex de Euskaltel y ONO.
De su lado, Avatel ha sido otra de las operadoras catalanas que ha reducido plantilla. En octubre del año pasado aprobó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para 350 personas sobre 674 puestos de trabajo.
Entre las grandes del sector, Vodafone —en manos de Zegona desde el verano— cerró el curso pasado otro ERE con 667 salidas voluntarias y 231 despidos forzosos. Se trata del quinto que ha llevado a cabo en España desde 2013, con un total de 3.200 salidas. Masorange anunció un ERE "voluntario" el septiembre pasado para 795 empleados como consecuencia de "ciertas duplicidades organizativas". Tras las negociaciones afectó finalmente a 650 empleados. Por su parte, el de Telefónica se ha completado este enero con 3.420 bajas.
XTA está sin consejero delegado
Vera, nacida de la fusión de tres operadoras, carga con un alto endeudamiento a largo plazo que ha conducido a la empresa a modificar su estrategia y parar el despliegue de red propia. No obstante, el gran problema que afronta es la falta de regularización de las SUCs (solicitud que un operador tiene que gestionar con Telefónica para hacer uso de la infraestructura física propiedad de esta última). De su lado, XTA, en manos de Asterion, está sin CEO tras la destitución de Sergi Galofré (ex de Parlem) hace apenas unos meses.