Telecomunicaciones

Apple Vision Pro: ¿será así el móvil del futuro?

  • 'Vision Pro' se asocia con WiFi debido a la desventaja de 5G en espacios cerrados
  • El nuevo dispositivo abre la puerta a la denominada 'computación espacial'
  • Podría tener sentido la aparición de un operador respaldado por una eléctrica

La presentación el pasado 5 de junio del nuevo visor de Apple, Vision Pro, supone una revolución en el ámbito de los dispositivos inalámbricos que puede pasar desapercibida, teniendo presente que no saldrá a la venta hasta una fecha incierta a principios de 2024. La revolución se desdobla a su vez entre los aspectos tecnológicos, en base a lo que la propia Apple ha llamado la "computación espacial", que tiene que ver con la integración de entornos reales y virtuales a través de los sentidos de la vista, el oído y el tacto -esto último de manera inasible- y con una capacidad de procesamiento de la información que provee una experiencia de uso cercana a la sensación de inmersión, superando la "presencia" que se asocia a los nuevos entornos de realidad virtual y a los sistemas avanzados de videoconferencia empresarial.

La llamada computación espacial se apoya en sendos procesadores diseñados por Apple (M2 y R1) y notablemente en un sistema operativo específico para el nuevo dispositivo, llamado visionOS, cuya ejecución, según la presentación de lanzamiento de Vision Pro, está previsto ofrezca "un lienzo infinito para aplicaciones en casa y en el trabajo" que lleva la imaginación al límite de la tecnología disponible, mediante una "corona digital" ajustable que permite fijar el nivel de inmersión en cada ambiente. Justamente eso es lo que de momento se puede apreciar nítidamente en el vídeo divulgativo de Vision Pro en la página web de Apple. Esta combinación de contenido digital y espacio físico revela las expectativas de los fabricantes de dispositivos para crear nuevas oportunidades de negocio para las empresas e instituciones que se alojen en la futura tienda de aplicaciones, que se irá completando después de que Apple ponga, en principio en las próximas semanas, el "kit de desarrollo de aplicaciones para visionOS".

Esa fue la palanca del iPhone y quizás se intenta repetir la historia, a la luz de que por el momento no se perciben una demanda insatisfecha de gran público de conectividad móvil, comercio electrónico y entretenimiento, así que el éxito de Vision Pro será el de la comunidad de desarrolladores y el de la entidades que se instalen en este nuevo canal.

Como el resto de los dispositivos de Apple, Vision Pro es robusto y seguro, basado en una novedosa encriptación de "identidad óptica" mediante el registro del iris del usuario registrado, que permanece en el propio dispositivo. Quizás el principal inconveniente práctico que se le aprecia de momento a Vision Pro es la corta duración de la pila -apenas dos horas de autonomía- la cual se refleja en la presentación del dispositivo continuamente conectado a la fuente de alimentación, lo que en última instancia le hace estático sin ser fijo. Es decir, reconociendo no obstante la características técnicas originales de este visor, que sigue la estela del HoloLens de Microsoft y de las sucesivas generaciones del Oculus y Quest de Meta, Vision Pro es la referencia en las comunicaciones de realidad virtual en el hogar y en el trabajo, superando y sustituyendo potencialmente a las consolas con su monitor y a los ordenadores de sobremesa y a los terminales móviles que vienen empleándose principalmente para actividades de formación y entretenimiento.

Previsiblemente Vision Pro estará asociado a un ancho de banda inalámbrico provisto a través de WiFi (las especificaciones técnicas no contemplan el uso de una red móvil y presumiblemente la disponibilidad de canales de 320MHz -frente a los 100MHz de las bandas medias de 5G- que hace posible el uso de la banda alrededor de 6Ghz de WiFi 7 -IEE 802.11.be- harán factible en los próximos años las experiencias de realidad mixta asociadas a Vision Pro), lo que pone de manifiesto la desventaja de 5G en espacios cerrados, si bien el progresivo despliegue de centros de procesamiento de datos ("MEC" o computación al borde en su acrónimo en inglés) debiera abrir la vía del uso de Vision Pro en recintos a la intemperie, inicialmente probablemente limitado, para la ejecución de tareas asociadas a determinados movimientos y gestos de los usuarios, a cuya disposición se pondría un medio en el que operar, es decir un escenario de realidad aumentada en el que ocurren y se hacen ocurrir por el agente, con cierto nivel de supervisión e incluso de intervención por parte de un controlador (humano o automatizado) con un propósito determinado.

Los recientes informes de Analysys Mason y de SDX Central sobre la conectividad de los visores de realidad virtual y aumentada apuntan a una dependencia de las redes de acceso de fibra, con velocidades en ambos sentidos próximas a 1Gbps para asegurar el mínimo retardo que permite disfrutar de la experiencia de inmersión de Vision Pro.

Es necesario resaltar que si bien Vision Pro no tiene asociado de partida una aplicación "ganadora", tampoco la han tenido los visores que le preceden y que son sustancialmente inferiores en términos de configuración, rendimiento esperado y experiencia de usuario.

Los desarrollos de realidad virtual para juegos y entretenimiento en general y de realidad aumentada para aplicaciones profesionales han dado resultados todavía insatisfactorios para una adopción suficientemente extendida del patrón emergente de comunicación y el abandono progresivo de la tecnología anterior. La tableta sigue siendo un dispositivo idóneo para aplicaciones profesionales con desarrollos a medida de funcionalidad limitada y coste modesto, mientras la consola, asociada a contenidos exclusivos, sigue cubriendo la expectativa del mercado de entretenimiento de gran público, cuyo crecimiento puede venir más dado por las ventajas asociadas a una mayor gestión de las aplicaciones en el entorno de nubes dedicadas (XboX de Microsoft, CiMedia de Sony), como las herramientas específicas de seguridad, la concurrencia de usuarios, la actualización de contenidos, etc, que por la sustitución del dispositivo. Por otro lado, es probable que una parte de las aplicaciones más populares en el "AppStore" de iOS (iPhone/iPad) se adapten a visionOS, previsiblemente aquellas vinculadas a comercio electrónico de alto valor añadido, teniendo presente el poder adquisitivo que de entrada habrá de asociarse al usuario de Vision Pro, que partirá a principios de 2024 con un precio de referencia por encima de los 3.000 euros.

Refuerzo al liderazgo de Apple

Si el esfuerzo de comercialización de Vision Pro resultase en los primeros dos años en una mera evolución de entorno para una pequeña fracción de los cerca de 1.360 millones de usuarios actuales de iPhone, Apple habría conseguido preservar la distinción y exclusividad de sus dispositivos y rentabilizar una parte de su inmensa inversión en innovación de producto (cerca de 23.800 millones de euros en 2022), a la vez que podría seguir crear ingresos recurrentes adicionales de intermediación de contenidos y aplicaciones que auparían si cabe la preeminencia de su modelo de negocio. En este sentido, Vision Pro representa una oportunidad de refuerzo del liderazgo de Apple en los dispositivos inalámbricos aspiracionales, con variados efectos asociados todos ellos potencialmente beneficiosos para Apple, que por otro lado en la misma presentación de Vision Pro transmitió su expectativa de que la atracción de la experiencia y la adopción de la nueva tecnología se acomode a un plazo en el que se habrán puesto definitivamente de manifiesto las limitaciones actuales de diversos aspectos de la experiencia virtual actual del gran público: las carencias de la mensajería instantánea y de la videollamada como formas principales de comunicación y soportes básicos de colaboración, el recorrido limitado de los primeros asistentes virtuales -incluido "Siri" de Apple- en el procesamiento de instrucciones con herramientas emergentes de inteligencia artificial y las restricciones de los dispositivos móviles para el recurso a la voz como medio principal para la comunicación con el propio dispositivo, incorporando prodigiosamente el movimiento ocular para la generación de instrucciones, acercando el funcionamiento del dispositivo al del propio organismo humano, del que se convierte en una extensión "natural".

Siendo eso así, podría afirmarse que Vision Pro y sus directos competidores llegarán a ser apreciados como medios de relación y dejarán de serlo como dispositivos de comunicación y acceso a contenidos audiovisuales. En la medida en que busquen replicar o enriquecer una vivencia o satisfacer un anhelo intelectual (en el enorme campo de las artes y particularmente de la educación) o una necesidad material de manera indirecta (como habilitador de transacciones comerciales, dispositivos como Vision Pro crearán su propio mercado, que quizás desplace eventualmente a las tabletas con atributos propios de los terminales móviles. En el mercado profesional los visores tienen el potencial de contribuir a ciertos ahorros (entre otros, de capacitación y de formación de usuarios) y la amortización de su coste podría ser inferior a la mayor productividad asociada a su uso, como intuitivamente se han generado en numerosas empresas con la conexión de las PDAs a los servidores en negocios de servicios (restauración, alquiler de coches, etc).

Las primeras reacciones de los principales formadores de opinión sobre Vision Pro, todos ellos en Estados Unidos, recogidas por el periodista de tecnología Mark Wilson para TechRadar reconocen la singularidad de sus funcionalidades y recursos técnicos. Así, el influyente "YouTuber" MKBHD (Marques Brownlee) destaca como increíble el guiado ocular y el potencial del visor para entretenimiento, mientras considera decepcionante la cámara en 3D, lo elemental de los "perfiles digitales" asociados a la videollamada en FaceTime y la extraña sensación que produce el contacto visual con los ojos del usuario en el propio Vision Pro (funcionalidad "EyeSight"). Otro "YouTuber" destacado, Mrwhosetheboss, valora negativamente la pila asociada a Vision Pro, el potencial enclaustramiento de los usuarios en el dispositivo, que podría limitar las experiencias compartidas en comunidades de usuarios e igualmente la bisoñez de los perfiles digitales. Sin embargo, considera que Vision Pro marca un nuevo hito en la facilidad de uso de los dispositivos de Apple, la superior resolución de las imágenes y vídeos en 3D y el conjunto de funcionalidades del visor todavía en su primera generación, que se puede considerar pre-comercial.

Mark Spoonauer de la web Tom's Guide considera que el precio de salida de Vision Pro solo podrá justificarse en base a la disponibilidad de unas aplicaciones diferenciales de atracción masiva que por el momento no se han identificado. Destaca también el control de inmersión al que me refería más arriba y como no podía ser de otro modo en el lado negativo la duración de la carga de la pila y la sensación "desconcertante" del contacto ocular. Nilay Patel, editor de The Verge coincide en destacar el "riesgo de aislamiento" asociado a la experiencia de inmersión total y la falta de aplicaciones que justifiquen de cara al lanzamiento al mercado los más de 3.000€ que orientativamente costará Vision Pro a principios de 2024. Como fortalezas del visor identifica su integración funcional con el terminal móvil, por ejemplo en la toma de notas en este transpuestas a la aplicación nativa en VisionOS, en lo que ningún otro visor puede emularle.

Para el editor de la propia TechRadar, Lance Ulanoff, Vision Pro representa literalmente "el futuro de la realidad aumentada y virtual", destacando igualmente el carácter intuitivo de su manejo, disipando todo atisbo de complejidad en la aproximación a las experiencias de entretenimiento y facilidades de productividad que se le podrán asociar con las aplicaciones de terceros que vaya acogiendo, todo ello si dejar de resaltar que tanto las limitaciones de la pila como el precio orientativo de salida atenúan el juicio global positivo sobre Vision Pro, dos aspectos negativos que coincidió en señalar en un twit el 6 de junio pasado Tony Fadell, creador del iPod, para quien Apple podría no alcanzar la relevancia en el mercado de visores no obstante la superioridad tecnológica de Vision Pro.

La competencia del Vision Pro, encabezada por Mark Zuckerberg se hace eco de las supuestas limitaciones e inconvenientes de Vision Pro, -como la duración de la carga de la pila o la relación actual prestación-precio- específicamente "el riesgo de aislamiento", destacando que la orientación de Meta y su dispositivo Quest es la relación social más que la inmersión. Sea como fuere, Vision Pro marca un estándar en la experiencia de usuario para realidades mixtas, con diversas posibles combinaciones individuales de entornos físicos, aumentados y virtuales, potencialmente paralelos en lo que concierne a los usos profesionales a través de los gemelos digitales y con unas calidades de reproducción audiovisual que están a la vanguardia de la tecnología. Como señalaba en su columna en el diario The New York Times del 9 de junio pasado el periodista Kevin Roosevelt, "el pasado innovador de Apple… me impide ser escéptico con el Vision Pro", teniendo en cuenta el liderazgo de Apple en términos de demanda y sofisticación de sus dispositivos personales inalámbricos, desde el iPhone hasta el Apple Watch, con precios de salida asequibles para unos pocos pero eventualmente aceptados masivamente como elementos imprescindibles para un cambio globalmente asimilado en la forma de relacionarse con el mundo circundante y con los demás y, como señala John Thornhill refiriéndose al auge de la inteligencia artificial en su tribuna en Financial Times del 22 de junio pasado titulada "Why we should worry about technological pessimists", superando la tendencia de los futuristas a sobrevalorar la velocidad de adopción y a menospreciar el margen de adaptación a las nuevas tecnologías.

Alberto Horcajo es cofundador de Red Colmena

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