
Mário Vaz toma este sábado el mando de Vodafone España con un objetivo que defiende con pasión desde hace más de 30 años: pase lo que pase, el cliente siempre se sitúa en el centro de todas las estrategias y prioridades. Este mandamiento forma parte del ideario profesional de un ejecutivo bregado en cientos de batallas tecnológicas y comerciales desde casi el inicio de las telecomunicaciones móviles en Portugal. De hecho, Vaz formó parte en 1992 del equipo fundador de Telecel en Portugal, operador que posteriormente se convirtió en Vodafone Portugal.
Quienes han trabajado a su lado en los últimos años destacan su "visión, cercanía, inteligencia y sentido del humor". También es un "líder querido y carismático", que hace unos días emocionó a la plantilla cuando anunció su salida de Portugal y llegada a España.
Es difícil no ver sonriente a este abogado de formación, siempre receptivo a las buenas ideas y predispuesto a reconocer el valor emocional y económico de las telecomunicaciones. "Tiene las ideas muy claras y atesora la experiencia de haber visto crecer el negocio de la conectividad entre las personas y empresas, desde los walkie talkies del siglo pasado hasta el umbral del futuro 6G, o desde el hilo de cobre hasta la fibra óptica", añaden sus allegados, convencidos de que la llegada de primeros ejecutivos portuguses se ha acreditado como exitosa en la reciente historia de Vodafone España.
Su única vanidad reconocida consiste en ser "un empleado más de Vodafone", desde sus inicios en Telecel hasta liderar la operativa de Vodafone Portugal, una de las filiales más prósperas de la multinacional británica. Entre las virtudes más celebradas en el mercado luso destaca la consistencia en pensar en lo mejor para el usuario, sea cual sea la decisión. Ese mismo bagaje estratégico acompañará en España a Vaz, tras tomar el testigo de Colman Deegan —quién a su vez ejercerá de asesor en el Grupo—. Por su parte, el nuevo CEO de Vodafone España cede el relevo en Portugal a Luis López, también hombre de la casa. El listón en el país vecino ha quedado alto, una vez que Vodafone es la marca de telecomunicaciones más reconocida del país, con la mejor atención al cliente y arraigado el compromiso en la creación de valor a golpe de innovación y el desarrollo tecnológico.
Tras su gestión en Portugal —precedida por Antonio Carrapatoso y Antonio Coimbra (quien seguirá ejerciendo de presidente no ejecutivo)—, Vaz inicia una nueva etapa en la multinacional tras reconocer la contribución de todo el ecosistema que forma parte del operador. "A los socios y proveedores, les agradezco su disponibilidad y cooperación, que nos han permitido estar a la vanguardia de la innovación y satisfacer las necesidades y expectativas de nuestros clientes; a los competidores que nos han desafiado —y a los que nosotros también hemos desafiado siempre— a hacer más, mejor y de forma diferente, les deseo que sigan garantizando la dinámica y la vanguardia de este sector; y a nuestros clientes, que son nuestro foco, la fuerza de nuestra actividad desde 1992, y que siempre nos han apreciado a lo largo de tres décadas de actividad".