El servicio de atención al cliente de Telefónica ha recibido el mandato de intentar no dejar escapar ningún cliente que consulte por sus ofertas, aunque para ello tenga que desviar a los potenciales usuarios a segundas o terceras marcas del grupo. A grandes rasgos, y en determinadas circunstancias, las marcas Movistar Fusión, O2 y Tuenti funcionan como si fueran una única enseña -cada cual con sus peculiaridades-, con el objetivo de captar el máximo número de usuarios y evitar que caigan en la competencia.
Según ha podido comprobar este periódico, el personal de Telefónica recomienda contratar las tarifas de O2 -más baratas que las de Movistar- cuando percibe que el cliente no tiene interés por las ofertas convergentes de televisión de pago. En ese caso, el grupo de telecomunicaciones prefiere no insistir con la marca de referencia para recomendar otra propuesta comercial que podría estar más próxima a los intereses de los usuarios.
Esta práctica comercial resulta insólita en el mercado español de telecomunicaciones, generalmente dispuesta a no canibalizar ingresos entre sociedades del mismo grupo. Es decir, hasta la fecha, cada operador dispone de su propio público y no promueve ofertas cruzadas con otras marcas, aunque resulten complementarias. La misma actuación de Telefónica, reforzada en las últimas semanas, también abre un precedente en un sector que podría agitar las rivalidades entre los grandes grupos.
No obstante, el resto de sus rivales todavía no se han dado por aludido. Ni Orange con sus ofertas de Simyo, Jazztel, Amena o República Móvil, ni Vodafone con las suyas (You, Lowi), ni tampoco MásMóvil (PepePhone, Yoigo o Llamaya) han trasvasado potenciales clientes de una a otra marca, ya que cada cual actúa con completa independencia comercial respecto a las enseñas hermanas. Tampoco es el caso del Grupo Euskaltel, con sus respectivas marcas territoriales (Euskaltel, Telecable o R Telecomunicaciones).
Pese a lo anterior, las estadísticas que cada operador comparte con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) no establecen diferencias entre las distintas marcas, ya que los datos de los operadores del mismo grupo se ofrecen agrupados.