Tecnología

SR-72, el avión espía hipersónico digno de Iron Man que EEUU tendrá en una década

Boceto del SR-72. Lockheed Martin.

El Lockheed SR-71, conocido también como Blackbird, marcó la historia de la aviación. Este avión de reconocimiento estratégico de largo alcance demostró el potencial de EEUU en plena guerra al convertirse en la aeronave tripulada más rápida del mundo, al alcanzar la velocidad supersónica Mach 3 (unos 3.700 kilómetros por hora).

El SR-71 se introdujo en 1966 y estuvo operativo hasta 1998, después de usarse en la guerra de Irak, sin embargo, ahora Lockheed Martin está trabajando en retomar su espíritu con una versión más avanzada concebida como el 'hijo del Blackbird', que podría estar completamente operativo en 2030 y que subiría hasta la categoría de nave hipersónica, ya que doblaría en velocidad a la joya de la Guerra Fría.

Según ha revelado Bloomberg, un directivo de Lockheed Martin Skunk Works, Jack O'Banion, dejó ver en una conferencia que la compañía está trabajando en el SR-72 que supondrá un gran avance con respecto al modelo anterior gracias a los avances logrados en transformación digital, capacidades informáticas y las nuevas herramientas de diseño que permiten llevar al extremo las capacidades hipersónicas de la nave.

El proyecto del nuevo avión espía de EEUU es un completo secreto -por razones obvias- y el contratista del Pentágono no ha querido detallar cómo de avanzado está el proyecto ni cómo sería el sistema de navegación del aparato, pues no se descarta que pueda estar concebido con un sistema de pilotaje autónomo.

De momento el contratista de defensa de EEUU sólo ha aclarado que la compañía "continúa avanzando y probando tecnologías que beneficiarán el vuelo hipersónico", y que "un sistema hipersónico reutilizable es una solución a largo plazo que será posible gracias al trabajo de búsqueda de ruta que estamos realizando hoy".

Un avión digno de Iron Man

El principal reto de este avión estaría en volar regularmente con éxito en una velocidad cercana a Mach 6 (unos 7.400 kilómetros por hora), el doble que el SR-71. Ante esa exigencia no sólo es importante el diseño de la nave, sino la fabricación de los propios materiales que pasan a sufrir una alteración de su propio estado, por ello es clave los avances tecnológicos para lograr fabricar el nuevo avión espía.

O'Banion aseguró que "sin la transformación digital, el avión no podría haberse construido. De hecho, hace cinco años, no podría haberse hecho, el motor se habría derretido y convertido en escoria si hubiéramos tratado de producirlo hace cinco años". De hecho, el nuevo método para construir aviones es tan avanzado que parece ciencia ficción, tanto que el propio directivo comparó el proceso de diseño con el que Tony Stark lleva a cabo para desarrollar las armaduras de Iron Man.

"[Sin estas herramientas] Ni siquiera podrían haberlo construido, incluso si lo concebimos. No podríamos haber fabricado el motor en sí pero ahora podemos imprimir digitalmente ese motor con un sistema de enfriamiento increíblemente sofisticado, integrando el material del motor mismo, y hacer que sobreviva a fuertes tests de resistencia". De este modo cuando se somete al avión a velocidades hipersónicas, su respuesta es confiable sometiéndose a velocidades mucho mayores que el SR-71.

En una escala entre Mach 5 y Mach 10, el material de la cubierta que prima es una combinación de níquel y titanio y siempre teniendo en cuenta que las partes del avión han de estar altamente integradas y apostar por alas pequeñas para tener la menor resistencia posible.

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