
Este jueves día 15 llega el fin del sobrecoste por roaming, una fecha esperada por los consumidores europeos ya que dejarán de recibir recargos por usar el teléfono móvil fuera de su país de residencia. A partir de mañana mantendrán las condiciones de su tarifa en los países de la UE. Sin embargo, no todo son buenas noticias.
Este cambio en la facturación de los datos de los usuarios traerá también a la larga una cara oculta para el usuario de telecomunicaciones, ya que empeorará el servicio y encarecerá en un futuro las tarifas, así lo asegura un grupo de expertos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
En concreto, el profesor de la UOC José Antonio Morán, que imparte Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación, cree que el fin de los costes de itinerancia es una "medida necesaria", pero prevé una pérdida de calidad del servicio en las zonas más turísticas, como España, donde en verano las redes estarán más sobrecargadas.
Por eso, Morán recuerda a Efe que las operadoras de los países más turísticos han sido las más reticentes a la medida europea, ya que puede acabar desembocando en una pérdida de calidad, dado que es posible que la infraestructura actual no pueda aguantar el incremento de conexiones que recibirá a partir de ahora.
El profesor de la UOC explica que en ciudades como Barcelona o Madrid, con mucho turismo, la infraestructura ya estará preparada, pero el problema radica en los municipios pequeños que en verano multiplican su población por el gran número de visitantes que reciben.
En estos casos, tanto turistas como habitantes se verán perjudicados, ya que puede ser que a veces no puedan llamar, se corten las llamadas o los dispositivos vayan muy lentos a la hora de navegar.
Subida de tarifas
Hasta ahora, algunas compañías instalaban infraestructuras adicionales para ofrecer un servicio adecuado en verano, un gasto que sufragaban con el dinero del roaming, pero ahora, con la nueva norma, muchas compañías no mejorarán las infraestructuras, o lo harán repercutiendo el coste en todos los usuarios.
La profesora de Estudios de Economía y Empresa de la UOC, Neus Soler, asegura que las compañías ya han comenzado a subir las tarifas y cree que "si el coste real que significa para la compañía mantener este servicio supera el importe que la Comisión Europea fija que deben cobrar, lo que hará la operadora es repercutirlo a través de las tarifas nacionales".
Al margen de las valoraciones de Soler, el informe Zero Roaming. A pitfall of European regulation de Altran España publicado a principios de año también apuntaba a que el fin del roaming provocará nuevas subidas de tarifas de las operadoras, ya que las que telecos "pueden verse forzadas" a incrementar las tarifas domésticas en caso de que los costes reales de operación de red sean superiores al precio fijado en la regulación.
Este estudio remarcaba que la nueva normativa no ha considerado de manera adecuada la estacionalidad, ya que las redes móviles de las poblaciones con alta capacidad turística tienen que ser diseñadas y dotadas de capacidad para dar servicio durante unos meses a una población flotante, varias veces superior a la autóctona.
Por otro lado, Altran apuntaba a que aunque sí que se tarificará un importe adicional a los clientes cuando la compañía considere que no se ha realizado un uso razonable de la tarifa existe una dificultad de monitorizar dicha cláusula lo que podría favorecer el fraude en las telecomunicaciones con los llamados "falsos itinerantes". Pese a todo, las compañías podrán exigir explicaciones al usuario si durante 4 meses se usa más el móvil en el extranjero que en el país de origen.
Facua: "El ahorro será de cero euros"
Por su parte, la organización de consumidores Facua afirma a Europa Press que el ahorro global que supondrá para los usuarios el fin del roaming en la UE será de "cero euros", ya que las grandes operadoras llevan meses incrementando los precios de distintos servicios, subidas que asegura que en algunos casos se saltan la legislación de protección de los consumidores.
En su opinión, vuelve a repetirse lo ocurrido hace una década, cuando en marzo de 2007 las compañías subieron las tarifas para compensar la bajada de ingresos que les iba a suponer la eliminación del redondeo con el que cobraban completo el primer minuto de las conversaciones, aunque las llamadas durasen menos.
En este sentido, Facua critica que las operadoras no han esperado esta vez a que entre vigor la nueva normativa y desde hace meses vienen aplicando incrementos en la tarifa por el establecimiento de cada comunicación, las conexiones a Internet móvil y sus ofertas de servicios paquetizados.
Facua resalta que los incrementos en las tarifas nacionales no sólo compensan la pérdida de ingresos por el fin del roaming en la UE, sino que reportarán a las compañías de telecomunicaciones un aumento en sus márgenes de beneficios, por lo que reclama medidas a las autoridades competentes.