
Día negro para BT. Las acciones de la británica llegan a desplomarse cerca del 20% en la bolsa de Londres tras detectar un agujero contable mayor de lo calculado inicialmente en su filial italiana. Tras ello, la firma ha anunciado una provisión de de 530 millones de libras (614 millones de euros) para zanjar este escándalo, más del triple de los 145 millones de libras estimados inicialmente. Además, la compañía ha recortado sus previsiones por el impacto del Brexit.
En particular, la investigación iniciada en octubre de la mano de KPMG ha detectado una compleja serie de transacciones inapropiadas en ventas, compras y leasing de la filial italiana de BT. Según cifras de Bloomberg, la división italiana aporta al grupo un 13% de sus ingresos.
Según una persona familiarizada con la situación consultada por Reuters, los empleados y los proveedores inflaban las facturas. La agencia apunta que un trabajador habría contactado con altos ejecutivos de la sede de BT el verano pasado para ponerles al corriente de estas prácticas.
"Estamos profundamente decepcionados con las prácticas inadecuadas que hemos encontrado en nuestro negocio italiano", señaló Gavin Patterson, CEO de la británica, en un comunicado.
Profit warning
A la compañía le crecen los enanos. Además de los problemas con el regulador, que le ha obligado a escindir su negocio de banda ancha, la próxima salida del Reino de la UE está afectando a la compañía, especialmente por la inflación y la cancelación de algunos contratos corporativos e institucionales.
La compañía ha asegurado ahora que los ingresos no crecerán en los próximos dos años, mientras que la previsión para el Ebitda se ha recortado desde 7.900 millones de libras a 7.600 millones. El flujo de caja libre normalizado en 2016-17 se prevé ahora de 2.500 millones de libras, frente a una estimación anterior de entre 3.100 y 3.200 millones, y también será inferior a lo previsto en 2017-18.