
El mercado español de los operadores móviles virtuales (OMV) estará completamente desregulado en las próximas semanas, posiblemente a principios de diciembre. En ese empeño trabaja estos días la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a través de la revisión de una actividad que parece no necesitar de protecciones especiales.
A grandes rasgos, el regulador velará para que se mantenga la obligación de acceso razonable del operador de red al virtual y se reservará las eventuales intervenciones en caso de que aparezca un conflicto entre las partes. Al margen de lo anterior, serán los propios jugadores los que establecerán los acuerdos que consideren convenientes sin que en adelante se precise la intervención ni mediación de la CNMC. En su momento, el regulador consideró conveniente la creación de un marco regulatorio con un conjunto equilibrado de derechos y obligaciones por parte de los operadores.
El pasado 1 de julio, la CNMC publicó una consulta pública con la propuesta de eliminar en el plazo de seis meses (por tanto antes del 1 de enero de 2017) las obligaciones que desde 2006 cumplen Telefónica, Vodafone y Orange en el mercado de acceso a redes móviles.
Consulta pública
Los operadores tuvieron entonces un mes para expresar sus opiniones y, desde entonces, los técnicos de la CNMC han trabajado en el asunto para culminar con la previsible liberalización plena del mercado de los OMV. No obstante, la consulta pública fijaba para la CNMC la facultad de intervenir de forma inmediata -incluso en un mercado desregulado- en el caso "de que los operadores móviles con red retiraran de forma injustificada el acceso a su red móvil a los operadores móviles virtuales o pusieran en práctica estrategias más sofisticadas basadas, por ejemplo, en una subida de los precios mayoristas de acceso a la red móvil", según explicaron fuentes de la CNMC el pasado verano.
El negocio de los OMV ha cambiado mucho en los últimos meses. Así, las principales referencias del sector han sido adquiridas por operadores de red: Ono por parte de Vodafone y Jazztel, ahora integrada en Orange. También MásMóvil se convirtió en operador de red con la compra de Yoigo, pese a que mantenga acuerdos de OMV con Orange para garantizar la cobertura de su servicio en todo el país.
La figura de los OMV irrumpió en España en 2006, entonces con el objetivo de dinamizar el mercado y romper el oligopolio formado por Telefónica, Vodafone y Orange. Su impacto en los precios fue determinante en la rebaja de las tarifas. Entre otros detalles, el ingreso medio por línea móvil de los operadores móviles recortó en más de un 30 por ciento en los seis últimos años. En 2006, el organismo regulador de aquellas fechas, la CMT, definió el denominado Mercado 15, para poner orden y fijar obligaciones en el acceso y originación de llamadas en las redes públicas de telefonía móvil y la designación de operadores con poder significativo.
Desde el primer día de existencia de los OMV en España, las actuaciones regulatorias siguieron el "principio de reducir la intervención administrativa al mínimo necesario para la introducción de nuevos modos de competencia bajo la regla de permitir y no obligar". Todo se cimentaba sobre acuerdos voluntarios entre las partes "que, sin suponer un menoscabo a la inversión por parte de los operadores de redes móviles, al contrario, la promueva y genere valor para el mercado".
Diez años después, los OMV ha desempeñado su función dinamizadora, han promovido la diversidad de ofertas y mejoras y en la actualidad representan casi el 10,6 por ciento del mercado español, con 5,4 millones e líneas.