Snapchat se ha convertido en una de las apps sociales más populares del momento. Entre los motivos de su éxito están la capacidad para establecer una comunicación tremendamente directa entre usuarios, la caducidad de sus mensajes así como sus 'lenses', unos filtros que modifican el rostro de sus usuarios en tiempo real.
Tal popularidad han alcanzado los filtros adaptados al rostro de los usuarios, que la competencia ha movido ficha. Facebook anunció el pasado mes de marzo la aplicación MSQRD y Line lanzó en mayo Egg, con el mismo planteamiento. Sin embargo, cabe preguntarse: ¿cómo funcionan éstos filtros?
Desde Vox explican que Snapchat se sirve de la tecnología de la empresa ucraniana Looksery, compañía que adquirió en 2015 por 150 millones de dólares. Ésta compañía está especializada en tecnologías de seguimiento y modificación facial en tiempo real. Para hacerlo, empiezan por detectar el rostro de una persona.
A día de hoy, multitud de software es capaz de reconocer el rostro de una persona gracias al algortimo bautizado como Viola Jones. Dicho algortimo es capaz de procesar sólo la información presente en una imagen en escala de grises para determinar si es una cara, proceso que completa escaneando las diferentes partes con las que cuenta un rostro. De esta forma determina contrastes en zonas específicas como nariz, frente o mandíbula para establecer velozmente y con un 99,9% de acierto que se trata de un rostro.
Una vez determinado qué es un rostro, Looksery es capaz de ubicar cuáles son cada una de las partes que lo componen por lo que determina unos patrones generales faciales. Tras analizar una gran cantidad de rostros en una base de datos, la compañía es capaz de establecer una serie de puntos que marcan el ancho y alto de las cejas, así como su ubicación en el rostro; dónde se supone que están los ojos, la nariz, los labios y el contorno de la cara. Una vez con estos elementos determinados, se crea una máscara en tres dimensiones a modo de faz virtual del usuario.
Sin embargo, la verdadera revolución que ha supuesto esta tecnología, es que la compañía ha sido capaz de readaptar en tiempo real estos patrones generales de ubicación de cada uno de los elementos faciales y ajustarlos a las particularidades del rostro de cada uno de los usuarios.
De este modo, por ejemplo, la comisura de los labios se adapta del patrón general al particular de cada usuario, con lo que el software consigue generar una máscara 3D 'invisible' del rostro del usuario, sobre la cual se pondrá una de las creadas por Snapchat para animar los selfies. Así pues, El verdadero hito de Looksery está en que hasta ahora, dicha adaptación se hacía a mano, con lo que poder hacerlo en tiempo real y con sólo escanear el rostro ha sido la clave del éxito para Snapchat.
Precisamente éstas máscaras se han convertido en una de las vías de ingresos más importantes para la compañía. Los anunciantes han visto cómo las lenses se han convertido en una de las opciones más populares y la compañía lo aprovecha ya que las marcas pagan 750.000 dólares por el servicio.