El pasado lunes Apple presentó su nuevo teléfono, el iPhone SE, además de un nuevo iPad y nuevos complementos para el Apple Watch. Sin embargo, la compañía de la manzana también dejó ver a Liam, un robot pensado para despiezar el iPhone una vez usado y fomentar el reciclaje y el impacto ambiental de las piezas empleadas en cada dispositivo.
La compañía defiende que "tan innovador como el hecho de crear un producto como el iPhone es ser innovador en todas las fases de vida del producto. Reciclar un producto de Apple debería ser tan fácil como usarlo". Por ello que han desarrollado un robot que de forma autónoma es capaz de despiezar un iPhone en 11 segundos, consiguiendo separar así todas las partes de 1,2 millones de teléfonos al año.
Liam funciona de la siguiente manera. Con un sistema de ventosa coge el iPhone de un soporte en el que está colocado el teléfono y apoyado en otra estructura es capaz de separar en primer lugar la pantalla del terminal. Una vez quitada, un escaner determina el modelo y especifica qué piezas son las que se han de desmontar. A continuación, otra máquina desatornilla el teléfono para una fácil separación posterior de las piezas. Se quita el espacio para la tarjeta SIM, el soporte de la pantalla, componentes de conectividad, batería, cámara y placa. Finalmente se queda la carcasa y todas las piezas separadas para una mejor gestión y reciclaje del oro, cobalto, litio o cobre de los componentes y así "gestionar los recursos naturales limitados".
Cabe tener en cuenta que sólo en el último trimestre Apple vendió 74,8 millones de teléfonos, con lo que su plan de reciclaje de teléfonos se ha convertido en prioridad para la compañía, en parte debido a la presión de autoridades y gobiernos locales.
Aunque Liam no cuenta de momento con un desarrollo en todo el mundo, todas las tiendas de Apple sí que cuentan con un plan de reciclaje tanto para sus télefonos como para el resto de dispositivos de la compañía.
