Con las Google Glass todo fueron expectativas: ora iban a cambiar nuestra forma de ver el mundo, ora iban a terminar con los teléfonos móviles... Pero el caso es que a los consumidores se les rompió el amor con las gafas inteligentes de Google casi nada mas salir al mercado. Resultó que no eran tan útiles como prometían y, para colmo, a muchos de sus propietarios les daba vergüenza salir a la calle con ellas ante las continuas mofas de sus amigos.
Así que Google las retiró del mercado poco después de comenzar a distribuirlas y, cuando parecía que ya descansaban en el museo de los horrores tecnológicos, junto con Second Life o las mulas robóticas de Boston Dynamics (que, por cierto, el gigante de internet acaba de mandar al establo), un usuario norteamericano se topó en eBay con la subasta de un dispositivo peculiar.
Eran unas gafas de Google, sí, pero con algunas características que no tenían ninguno de los modelos que el buscador puso a la venta en 2014. Y, lo que ha llamado aún más la atención de los expertos en binoculares: con otras features que sólo se conocían por una patente registrada el pasado mes de diciembre.
Como recuerdan desde Ars Technica ni Google ni su matriz Alphabet (que es, en realidad, la que parte el bacalao) han querido confirmar ni desmentir que estén desarrollando uno de estos productos, pero ésto sólo ha servido para alimentar aún más la hoguera de los rumores. Tampoco la casa de empeños de San Francisco (donde está situada la sede del gigante de internet) que vende estas re-gafas se atreve a dar más pistas sobre el origen del dispositivo, que si ha salido de las oficinas de Google, lo habrá hecho saltándose fenomenales medidas de seguridad.
Si el producto que está a la venta en eBay fuese auténtico, y todo apunta a que ese es precisamente el caso, a Google se le podrían haber estropeado los planes para un lanzamiento a la 'Apple', con fanfarria y efectismo, de unas gafas que -presumamos- tienen que ser fabulosas para que los de Mountain View se atrevan a volver con ellas al mercado.
O bien mirado, y al revés: podríamos estar ante la primera de muchas filtraciones interesadas, sobre un cuidado camino de baldosas amarillas tendido por los expertos en marketing del gigante de internet.
