
Las turbulencias en China ponen en alerta a las compañías que se nutren de su economía. Apple es una de las que se encuentra en el foco de atención, algo que se ha empezado a reflejar en su evolución en bolsa. Sólo en la jornada de ayer, sus acciones se dejaron más de un 4% en Wall Street, convirtiéndose en el peor valor del índice Nasdaq. La tecnológica ha comprado Emotient, un reconocedor facial de emociones.
Los descensos de la jornada llevaron a la firma a perder la cota de los 100 dólares, por primera vez en 15 meses. Así, los títulos de Apple acumulan una caída del 27% desde sus máximos de julio de 2015 (132,07 dólares) y desde principios de diciembre, su capitalización se ha visto reducida en 100.000 millones de dólares.
¿A qué se debe este rechazo? En los últimos meses, la tecnológica se ha visto juzgada por analistas de firmas como Morgan Stanley, JPMorgan o UBS, que auguran una caída en la demanda del iPhone 6s y el 6s Plus (puestos a la venta en septiembre de 2014). En concreto, los expertos alertaban de que las ventas del iPhone, que se han incrementado cada año desde su lanzamiento en 2007, podrían verse truncadas en 2016.
La saturación del mercado y los problemas en la cadena de suministros son los argumentos más utilizados por los especialistas para justificar el vaticinio de la caída del famoso smartphone. En este sentido, China forma parte uno de sus principales mercados y el enfriamiento de la economía del gigante asiático podría verse reflejado en sus próximas cuentas.
China, uno de los pilares de su éxito
Y es que, la tecnológica confiaba en que la creciente clase media de china mantuviese en auge las ventas de su producto estrella. En septiembre de 2009, Apple logró el visto bueno de las autoridades chinas para vender el iPhone 6 y desde entonces el país es uno de los pilares del éxito de la compañía. Según consta en sus últimos resultados (hasta septiembre), las ventas del iPhone en China se duplicaron hasta los 12.518 millones de dólares, desde los 6.290 millones de dólares del trimestre anterior.
Las dudas del mercado se ha visto confirmadas por las últimas informaciones que apuntan a que Apple ha recortado los pedidos para el primer trimestre de 2016 a los proveedores chinos. Nikkei Asian Review apuntan a que reduciría la producción de sus iPhones más nuevos en alrededor de un 30%.
El crecimiento de Apple depende cada vez más de la demanda de iPhones, mientras que las ventas del iPad bajan y la adopción del Apple Watch sigue siendo limitada. Con todo, la propia compañía pronosticó en octubre que tendría otro trimestre récord gracias a la temporada navideña.