Después de que a finales de 2014 Samsung apuntase a finales de 2015 como el momento en el que vería la luz el primer smartphone capaz de plegarse, ahora han cobrado fuerza los rumores y todo apunta a que este plazo se retrasará hasta enero de 2016.
Un informante chino ha revelado al sitio especializado en Samsung SamMobile que la compañía cuenta con un proyecto en fase de pruebas bautizado como Project Valley que se trataría de un smartphone de este tipo.
La fuente apunta a que el terminal contaría con dos configuraciones distintas, una con un procesador Snapdragon 820 y otra con un procesador Snapdragon 620, contaría con 3 GB de RAM, soporte para tarjetas microSD, batería no extraíble, pero sobre todo, y más importante: por ser plegable.
El dispositivo contaría con una bisagra patentada en el centro que es la que permitirá a los usuarios doblar la pantalla sin miedo a que se rompa para llevar al usuario a una nueva experiencia de uso con la multitarea, según explica Patently Mobile. Esta nueva disposición permitirá ver imágenes a gran tamaño o sólo usar sólo una parte de la pantalla para hacer determinadas acciones.
De momento habrá que esperar para ver conclusiones más cercanas sobre la próximo revolución de Samsung después de la incorporación de las pantallas curvadas que ya se han asentado entre numerosos fabricantes del sector.
Lo cierto es que en el año 2008 la compañía surcoreana ya dejó ver en parte cómo sería la implantación de esta tecnología en sus dispositivos electrónicos, una tecnología que habría ido mejorando y perfeccionando con el paso de los años, tanto a nivel de pantalla como en la batería.
