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"Airbnb les devuelve el dinero": la estafa del pelo con la que los huéspedes consiguen pagar menos a los anfitriones de alquileres vacacionales

La estafa del pelo con la que los huéspedes consiguen pagar menos.

Son muchos los anfitriones de alquileres vacacionales que están denunciando a través de las redes sociales un nuevo tipo de estafa, con el que los huéspedes consiguen pagar menos a través de páginas como Airbnb, con solo un pelo, de tal forma que la plataforma les devuelve al instante parte del dinero abonado por la estancia en la vivienda en cuestión.

Así lo denuncia Maui Garriga, experta en alquileres vacacionales, que explica que en tan solo unos minutos las plataformas abonan el dinero sin comprobar si la situación que se está dando es real o si se trata de un engaño: "Airbnb les devuelve 216 euros sin haberlo comprobado, obviamente, porque Airbnb no está en el destino. No son personas físicas las cuales vayan a comprobar que eso haya sucedido".

El pelo

La estafa en sí no es compleja, ya que cualquiera la puede realizarla, ya que, como afirmaba la experta en alquileres vacacionales, la plataforma no tiene manera de cerciorarse de quién tiene la razón. El huésped en cuestión tan solo tiene que hacer una foto a un pelo sobre una de las camas y reportarlo en la plataforma para que de forma casi inmediata se le abone parte del dinero.

"Todo limpio y perfecto. A los 10 minutos de llegar mandan una foto a través de Airbnb: una colcha con un pelo. Inmediatamente rectificamos y cambiamos esa colcha", indica. Sin embargo, la plataforma, con el fin de proteger al huésped y tratando de asegurar un bien servicio, devuelve buena parte del precio abonado.

"¿Ese pelo de dónde es? De la lavandería o quizá el huésped lo ha puesto ahí y ha mandado la foto", cuestiona Garriga. "Soy anfitriona, muchos huéspedes son profesionales de eso que estás contando", informa otra usuaria.

Cómo evitarlo

Si bien es complicado tomar precauciones frente a este tipo de estafas, la mejor solución para evitar problemas es grabar toda la estancia justo antes de que entren los nuevos huéspedes, con el fin de tener una prueba gráfica que corrobore si la vivienda estaba limpia, o si por el contrario, presentaba desperfectos desde antes.

"Totalmente, algunos buscan cualquier mínimo detalle para que les devuelvan pero después son los que peores dejan la casa. En muchas ocasiones hasta tenemos que ir a repasarlas gratis para quitarle ese pelo o sabana o lo que se hayan quejado, como si ganáramos millones limpiando", lamenta otra anfitriona en redes.

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