
Pocas veces en la historia hemos visto una "guerra" como la que están librando el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y el hombre más rico del mundo, Elon Musk. Estas son dos de las personas más poderosas del mundo, y hasta hace unos meses eran mejores amigos, pero todo el mundo sabe que cuando dos personalidades como estas se juntan, es solo cuestión de tiempo que salten chispas.
Desde "el divorcio" que se produjo a finales del mes de mayo, tanto Trump como Musk no han dejado de lanzarse dardos envenenados, generando un culebrón que tiene a todo el mundo en vilo. Desde acusación de pederastia hasta señalamientos por consumo de drogas, ninguno de los dos se ha mordido la lengua en estas últimas semanas.
Y en el último capítulo de esta historia, a principios de la semana Musk aseguró que la entrada en vigor de la nueva reforma fiscal de Trump iba a destruir millones de empleos en EEUU. Pero sus ataque no acabaron aquí, y el CEO de Tesla aseguró que iba a crear un nuevo partido político llamado el Partido América para rivalizar el bipartidismo existente en EEUU.
If this insane spending bill passes, the America Party will be formed the next day.
— Elon Musk (@elonmusk) June 30, 2025
Our country needs an alternative to the Democrat-Republican uniparty so that the people actually have a VOICE.
Esto fue algo que claramente molestó a Trump, a sabiendas que Musk tiene el potencial de ganarse a los votantes del país y convertirse en el próximo presidente de los EEUU. Por ello, durante una rueda de prensa al aire libre, cuando le preguntaron por la posibilidad de deportar a Elon Musk, el presidente aseguró que "echaría un vistazo (a la posibilidad)".
Pero ya no solo eso, sino que a pesar de que Musk era el director de DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental), enfocado a recortar gasto público, el presidente señala que el magnate "recibe más subvenciones que cualquier ser humano en la historia, con diferencia, y sin subvenciones, probablemente tendría que cerrar la tienda y volver a casa a Sudáfrica".
"Sabía, mucho antes de que me apoyara tan firmemente para la presidencia, que yo estaba totalmente en contra del mandato de los vehículos eléctricos", explicó el presidente durante la entrevista "Si se acabaran los lanzamientos de cohetes, los satélites y la producción de coches eléctricos, nuestro país se ahorraría una FORTUNA. Tal vez deberíamos hacer que el DOGE echase un vistazo a esto. ¡SE PUEDE AHORRAR MUCHO DINERO!".
Muchos están tildando este giro de justicia poética, ya que Musk asumió el cargo de pasar la tijera de los recortes a los "chiringuitos" que vivían de la financiación pública, sin embargo ahora se enfrenta a la posibilidad que se los aplique a sus empresas, cosa que en el caso de Tesla, por ejemplo, podría suponer una ruina debido a la importante caída en ventas de la compañía de coches eléctricos.
Por eso mismo, Musk ha optado por no contestar a las últimas "provocaciones" del presidente, ya que sabe de sobra, que actualmente quien tiene las de perder es él. Aunque podemos estar seguros de que este no será el último enfrentamiento entre ambos, ahora tan solo queda esperar.